Este restaurante, situado en una de las calles adoquinadas cercanas al castillo de Buda, ofrece clásicos de la cocina húngara adaptados al siglo XXI.
El restaurante 21 Hungarian Kitchen, que se define como un bistró húngaro moderno, incluye en su carta los sabores clásicos de la gastronomía magiar. Eso sí, lo que ofrecen son versiones adaptadas para hacerlas más ligeras. Este detalle puede parecer insignificante, pero cuando uno tiene pocos días para saborear las muchas -y muy contundentes- especialidades húngaras, el hecho de que este restaurante ofrezca platos tradicionales y además ligeros marca la diferencia.
Lo ideal es empezar con una sopa. La de goulash es deliciosa pero la de pescado, teñida de un rojo intenso gracias al popular pimentón húngaro, es simplemente superior. Teniendo en cuenta que Hungría es el segundo productor de fuagrás de ganso del mundo -solo por detrás de Francia- esta especialidad no podía faltar en su carta. En el 21 Hungarian Kitchen lo sirven en paté, aromatizado al Tokaji y con brioche casera.
Entre los platos principales destaca el pollo a la paprika (pimentón) acompañado de dumplings y el pato con gnocchis rellenos de frutos secos y deliciosa velouté de paprika, así como el ragú de pollo con patatas al ajillo. Otras especialidades incluyen filetes de lucio húngaro con verduras y salsa holandesa, pez gato y patatas fritas o escalope vienés con puré de patatas. Merece la pena prestar atención al pan de la casa. Como en muchos sitios de España, es lo primero que llega a la mesa y es realmente delicioso, fresco y con sabor, sin un ápice de manufactura industrial.
La carta de vinos apuesta exclusivamente por la producción local. En este restaurante solo hay vinos húngaros, sobre todo de las regiones de Szekszárd, Villány, Balaton, Pannonhalma, Eger y como no, Tokaj.
Asimismo, los postres también rinden homenaje a la tradición culinaria del país. Su carta incluye la tarta Somlói Galuska, que es una tarta hecha a partir de tres bizcochos borrachos y servida con nata, quesos del país o la tarta de chocolate Rigó Jancsi, nombrada así en honor a un violinista humilde que se casó con una millonaria a finales del siglo XIX.
El ambiente es casual, con decoración moderna que no arriesga. En nuestra visita se oía más el idioma local que otra cosa, lo que como turista siempre da confianza. Al servicio no se le puede pedir más, atento, afable y dispuesto a explicar todos los platos de la carta con una sonrisa. Además, en los meses menos fríos se puede disfrutar de la comida al fresco en su terraza.
Fortuna utca 21, Buda 1014, Budapest, Hungría
Precio: 40-50€
Horario: de 11 a 24 horas.
Texto y fotos: Mónica R. Goya