Restauradora y chef del restaurante Semproniana en Barcelona. Ada prioriza los productos de proximidad, difunde buenos hábitos de alimentación saludable y reivindica la cocina sostenible.
Es ella quién será la primera de las 10 ponentes de Food Design & Femininity, la 1a cápsula de Food Design Collective bajo el subtema «Alimento». En donde descubriremos cómo el abandono de la cocina doméstica está menoscabando nuestro patrimonio culinario y, a su vez, nuestra memoria gustativa y nuestro patrimonio culinario.
Un restaurante
Uy, esto cuesta muchísimo, porque tengo un montón. Me gustan los restaurantes con imaginación, en los que la hospitalidad es lo que da sentido a la casa. No necesito grandes productos ni cocciones muy complejas, me vale con el buen humor. Son restaurantes como Celeri, Sergi de Meià, Rasoterra, Atapa-it, Casa Xica, Alvart, Les Cuines del Ninot.
Un plato
Los canelones. Aunque soy la mujer más feliz del mundo comiendo cocina catalana tradicional.
Un producto
No quiero para nada en el mundo que las vísceras, los menudillos, se pierdan en la historia de nuestra cocina. Quiero que pervivan, que tengan prestigio, que sean de cada día. Si los perdemos, perderemos una tercera parte de nuestro recetario tradicional. Hígado, sesos, riñones, pies, lengua, tripas… todos estos son mis productos fetiche.
Un trago
No bebo alcohol. Hace seis años que soy abstemia. Lo tuve que dejar porque me gustaba demasiado el vino, la cerveza, el cava, el coñac. Pero empecé a usarlo: para relajarme, para inspirarme, para divertirme, para enamorarme. Me asusté el día que me di cuenta que se estaba transformando en un hábito. El alcohol se estaba integrando en mi vida y terminaría dominándola. Lo dejé, como medida reeducativa, durante un año. Cuando terminé el año, me asustó la posibilidad de volver a necesitarlo y ya no lo he vuelto a probar. Bebo cerveza sin alcohol, tónica o agua con gas. Y estoy la mar de feliz, aunque es cierto que echo de menos el sabor del vino.
Si nos invitaras a cenar a tu casa ¿qué cocinarías?
Empezaría por una sopa fría o caliente (según temporada), abriría unas ostras y terminaría con un magnífico mar y montaña de butifarra con gambas. De postre, recuit con mermelada y frutos rojos. En casa procuro preparar cenas que no me den trabajo y pueda disfrutar de la mesa con mis amigos y familia.
Fotos cedidas por: Semproniana