Akashi Gallery nace a raíz de un viaje realizado por una pareja que comparte la pasión por la fotografía. Tina Bagué, fotógrafa de viajes catalana, y Toru Marimoto, fotógrafo documental japonés son pareja y los creadores de este espacio con un formato que combina un sushi bar con una galería de fotografía.
Conocen Japón en profundidad ya que en 2010 llevaron a cabo The Japan Photo Project, un proyecto de fotografía documental que les llevó 365 días a cuestas de una auto caravana. ¿Su objetivo? Dar a conocer las costumbres y el estilo de vida local de la sociedad japonesa al resto del mundo. Mostrar aquello innato e intrínseco a una cultura que lo vive de forma natural y rutinaria.
A largo de todo este tiempo visitaron y frecuentaron todo tipo de teterías y cafeterías. En ellas descansaron, se inspiraron, recobraron fuerzas y tuvieron tiempo para reflexionar. “Quisimos crear un espacio como aquellos pequeños locales nipones y situarlo en Barcelona. Un lugar en el que tomar algo relajadamente, en el que reunirse con amigos y en el que crear un espacio de incubación cultural”.
Situado en Rosellón con Enrique Granados, en este local de espacio reducido se respira un ambiente agradable, distendido y calmado. Mesas bajas, teteras sostenidas en poleas, un mágico jardín interior y paredes forradas de fotografías (marca de la casa). En este oasis se puede disfrutar de una excelente selección de tés y se ofrece la posibilidad de iniciarse en su ceremonia. Para acompañar la típica bebida japonesa y algunas otras, esta pareja catalano-japonesa ha creado con mucho mimo una carta de tapas y platos japoneses. Propuestas totalmente caseras y que se diferencian de la oferta comercial y occidentalizada a la que estamos acostumbrados a encontrar en la ciudad.
Platos entre los que destacan un delicioso y sorprendente aperitivo japonés, la tortilla japonesa y las gyozas. Auténticas delicias elaboradas a mano. Como si de un ritual se tratara, a cada plato le corresponde su salsa (cuyos ingredientes tendréis que descubrir). Los niguiris de anguila destacan por su textura sedosa y el maki spicy tuna añadirá un toque de rock-n-roll a vuestro paladar. Entre plato y plato, no lo dudéis: una de sus bebidas homemade. La limonada o la ginger beer maridan perfectamente con la comida asiática. Y tan buenos como los entrantes son los postres y dulces caseros. Ejemplo de ello, el tiramisú de té verde o el cheesecake de soja. Ambos de sabor intenso pero muy ligeros para terminar una auténtica experiencia nipona.
Gracias Tina y Toru por recuperar, mantener y saber transmitir la esencia japonesa. Sin duda, una excelente opción para alimentar el estómago y para cultivar el alma.
Tl. 931250877
Fotos y texto: Marta Parera