El consumo de arame, dulse, espagueti de mar, hiziki, Ramallo, kombu, lechuga de mar, wakame, espirulina, parece una moda alimenticia saludable de los últimos años, pero no lo es. Las algas comestibles, tanto de agua de mar como de aguas dulces, han formado parte de la dieta alimenticia del ser humano, desde tiempos ancestrales.
Si bien, su consumo es más habitual en Asia, en la costa pacífica y al norte de Europa, hoy en día habitantes de todo el mundo, optan por añadirlas a diferentes preparaciones.
Aunque no todos sean consciente de ello, elaboraciones consumidas en todo el mundo, integran esta rica materia prima. La más conocida puede ser el alga nori compuesto principal de popularizado sushi. El alga kombu lo encontramos en el caldo dashi japonés, ingrediente esencial de la sopa miso. En la costa chilena, sus pobladores han consumido desde hace milenios de años cochayuyo, un alga propia del sur Pacífico. El laver forma parte de recetas de Reino Unido, Corea o Japón. En cafeterías con productos veganos utilizan el agar agar como espesante, en sustitución de la gelatina.
La mayoría de las algas se comercializan secas, lo que significa que hay que hidratarlas antes de su consumo. Sin embargo, al tratarse de un producto tan versátil, tienen una infinidad de usos culinarios, tanto en elaboraciones frías como en guarniciones, guisos o cocidos.
Los consumidores más asiduos son los seguidores de regímenes vegetarianos o veganos dada sus excelentes propiedades nutritivas, ser una rica fuente de minerales y proteínas vegetales, además de incluir la esencial vitamina B12.
También es posible encontrarlas en el mercado como un suplemento alimenticio para complementar todo tipo de dietas.
En España, cada vez es más frecuente encontrarla en restaurantes. Ya son varios los locales, que se atreven a elaborar croquetas y tortillas de wakame o a incluirlas en veraniegas ensaladas con mariscos. Los más osados preparan también paellas a las que añaden varios tipos de algas.
Incluso, el sector empresarial gallego se ha sumado a la comercialización de algas y aprovechar una demanda que poco a poco crece a nivel global.
Por su parte, Ángel León, propietario del gaditano establecimiento Aponiente y conocido como el chef del mar, ya se aventuró hace algunos años al incluir el plancton en sus innovadores creaciones.
El chef es parte del proyecto Algae for Healthy World (A4HW), que tiene por objetivo optimizar la producción de algas y convertirlas en compuestos principales para la alimentación humana.
Tendremos que esperar para comprobar si verdaderamente, las algas se convertirán en unos de los ingredientes más relevantes de la sociedad del futuro.
Texto: Olga Ruiz