Andreu Estríngana es de esas personas discretas que sin hacer mucho ruido ha dejado que su trabajo y dedicación lo pongan en su sitio. Empezó en esto de la Hostelería con su mayoría de edad, y así hasta hoy. Siendo uno de los Barmans más reconocidos (y elegantes) de Barcelona, en lugar de acomodarse, decidió salir de su zona de confort y se ha lanzado de cabeza al proyecto de Nobook.
Monté un local con mi hermano sin tener ni idea de hostelería y menos de coctelería aunque siempre me había gustado, entonces empecé a hacer mis tiritos con cócteles y Gin Tonics. Por casualidad pude acceder a cursos de coctelería donde aprendí y me di cuenta que era algo que me apasionaba y se me daba un poquito bien. Me preparé, y estudié lo máximo que pude, y de hecho aun sigo aprendiendo lo máximo que puedo.
¿Recuerdas dónde tomaste tu primer cóctel? ¿Recuerdas cuál?
El sitio la verdad es que no… Era una coctelería del Eixample a mis 18 años, me llevaron mis amigos, me encontré a un hombre mayor con pajarita en la barra, con los nervios como no tenía ni idea pedí un cubalibre que de algo me sonaba y la verdad es que fue increíble porque hasta la cola sabia diferente, descubrí el famoso equilibrio de los cócteles…
¿Quienes son tus referentes nacionales detrás de la barra? ¿E internacionales? Háblanos de Barmans y Barmaids.
Yo no tengo ningún maestro ni referente con quien haya trabajado, soy muy sencillo en eso, aunque por otra parte lo tengo claro: los culpables que este en esto y a los cuales admiro mucho, son George Restrepo y Javier Reynoso, junto con Alberto Pizarro, Sergio Padilla, Marc Álvarez así como Javier Caballero a los cuales (por ser de la misma generación profesional) he visto como han llegado a ser un referente a nivel mundial. Son los que me han influenciado más en mi carrera la verdad. Aunque sin olvidar los de este país como Boadas, Manel Tirvió, Jose Maria Gotarda, Francesc Bretau, etc… leyendas de nuestra profesión.
Creo que el nivel profesional en coctelería en los últimos 15 años ha subido una barbaridad, y la incorporación de la mujer al nivel máximo está siendo brutal. Enumerarlos/las sería una lista muy larga.
¿Cómo definirías tu estilo de coctelería?
Con una buena base clásica fundamental, lo que busco es sabor, ese es mi fundamento. Dar toda una experiencia a la gente, divertida, responsable, de sabor y olores, intentando evolucionar a cosas diferentes… sorprender.
¿Cuál es tu trago favorito para tomar? ¿Y de preparar?
Para tomar unos clásicos un Old Fashioned o un Sazerac.
Preparar siguiendo con los clásicos, el Dry Martini porque siempre quien lo toma te mira cuando lo prueba y te dice “perfecto”. Pero en realidad me gustan preparar todos aquellos que cuando la gente los prueba se les ve en la cara una sonrisa de satisfacción.
¿Qué es para ti tu oficio?
Amabilidad, honestidad, superación, motivación, pasión, creatividad, mucho sacrificio, y trabajo, trabajo y trabajo.
¿Qué cualidades tiene que tener un barman para ser completo?
Amabilidad, honestidad, organización, y aprender mucho de todo lo que se pueda para estar lo mejor preparado posible… no perder nunca de vista la rentabilidad y por supuesto pensar siempre en lo más importante los clientes.
¿En qué te fijas para saber qué quiere beber tu cliente?
En muchas cosas sobre todo en expresiones corporales, las caras y gestos cuando te diriges a ellos, o las repuestas a un saludo ya puedes saber si va a querer algo concreto o dejarse llevar. Lo que está claro es que hay que ponérselo fácil.
¿Qué libro de coctelería que hayas leído últimamente recomendarías?
Por supuesto el de George Restrepo «Se Mezcla en Español” fue el que más me gustó, y el de “Teoria i pràctica del Vermut” de Josep Sucarrats ya que me encanta el Vermut, lo encontré muy interesante, tampoco tengo mucho tiempo para leer aunque sobre todo lo hago de muchos artículos y post muy interesantes que corren por la red, además ahora estoy leyendo más de cocina la verdad jejeje…
¿Si tuvieras que decir solo una, qué tendencia nos traerá el 2017?
Aun más la intromisión de la coctelería en el mundo gastronómico… aunque aún queda un largo camino.
Entrevista realizada por Mauri Jiménez
Fotos: Anika Stieling