Artte

El afterwork de referencia en el Eixample es un multiespacio de 400 m2, con interiorismo de Lázaro Rosa Violán, en el que conviven un restaurante de cocina fusión enmarcado por una espectacular proyección perimetral, una coctelería de autor, una sala de conciertos con programación permanente y un patio cubierto que hace las veces de contenedor de arte.

El “artte” se encuentra en la carta de cócteles y en ciertas elaboraciones que firma Robert Quispe, chef peruano radicado en Barcelona, que ha trabajado entre fogones en Cornelia & Co., Ultramarinos, el hotel Mandarin Oriental y Casa Delfín. Su propuesta de platos para picar y compartir mientras disfrutas de la música (por ejemplo en una jam, sesión de escucha de vinilos Listening Room o en Acústicos a la sombra, ambos de entrada libre), mezcla con sentido y soltura la cultura gastronómica mediterránea, asiática y latinoamericana. De ese crisol surgen enunciados como los Raviolis crujientes de espinaca y dátil (sus sabores en conjunto recuerdan al del té matcha) sobre tzatziki, Verduras salteadas con salsa coco-curry Thai y dados de tofu con kimchi, Torrada de almendra con cebolla, pimiento rojo asado, sardina caramelizada en salsa tonkatsu y espuma de tomate, Tartar de atún con guacamole tradicional y crocante de alga, Bacalao confitado en citronella con espuma de miso y pak choi, bocados “you had me at hello” -gyozas, bao, hamburguesa, poké-… y los postres Texturas de té matcha (gelatina, trufa, bizcocho, helado y tierra de matcha), Espejo kaffir con pitahaya, melón cantaloup, piña, pera y frutos del bosque o Tespresso Martini (espresso Martini con vodka Grey Goose infusionado en té y café de filtro cold brew casero, servido en una copa tocada con una pincelada de chocolate).

Una serie de cócteles con té ¡que son un festival umami! se ofrecen como maridaje, y también en la barra o en las mesitas altas situadas frente a ésta, dotadas de teléfonos para acortar distancias con gente interesante. Lo mismo sucede con los combinados de creación propia y presentación sorprendente -caso del Jazz Manhattan o el Message in a Bottle-, mientras los mocktails -cocktails sin alcohol como el Garden & Tonic o el refrescante Muby, con base de vinagre y notas de kombucha de frutos rojos- es en la terraza de verano donde apetecen.