Atlantis Gastrobar, donde el mar cabe en una tapa

En el punto exacto en el que el Raval, Sant Antoni y Poble Sec se unen, una especie de triángulo de las bermudas se forma en torno a la tradición de la tapa y el vermut. Hasta aquí a llegado Atlantis Gastrobar con un objetivo de lo más atrevido; revolucionar el concepto de las tapas en Barcelona. Cualquiera podría pensar que es poner el listón demasiado alto, pero no cuando su carta ha sido pensada y diseñada por la chef Juliana Aguiar.

Nuestra recomendación, sin dudas, es que dejéis los prejuicios en la puerta y os atreváis a adentraros en el delicioso y crudo mundo de Atlantis. Porque en este pequeño local no hay sitio para los fogones, pero tampoco se los echa en falta, porque los platos creados por su chef son el ejemplo perfecto de que el fuego no es indispensable a la hora de dar sabor y textura. Así nos lo demuestran con las vieiras a lo indio donde prima la calidad del producto, y el sabor de las vieiras es perfectamente acompañado -no tapado- por el toque picante de la salsa harissa y el final ácido del colchón de lima.

La decoración de Atlantis es tan fresca como sus recetas. Los colores y formas nos van preparando para sumergirnos en el mar, su barra semicircular nos invita a sentarnos y asistir al show culinario que, como si de un teatro se tratara, interpretan Marco Sollini y su equipo. Con total fluidez de allí van marchando tapas y platillos donde el protagonista es el pescado crudo o marinado, el marisco fresco o algún tartar. Todos con una característica común, el mejor producto proveniente su vecino el mercado de Sant Antoni.

Si eres de los que prefieren los sabores más tradicionales, prepárate para ser convertido después de probar la gilda de atún fresco. Esta banderilla de oliva, guindillas y atún con salsa de soja es la reinvención de un clásico a la hora del vermut. La perfecta combinación de aquellos sabores que todos reconocemos pero con un toque innovador. Para los más atrevidos, las gambas al ají pueden ser el platillo perfecto, donde el ají está muy bien disimulado para darnos una sorpresa, como si se tratara de unos pimientos del padrón ¿Os animáis a descubrir cuál pica?

Llegando hacia el final de este recorrido gastronómico, nos sorprenden las diferentes texturas del tiradito de vieiras, donde las suaves vieiras se mezclan con crocantes pistachos, una crujiente picada de cebolla morada, germinados y se corona con un suave parmentier. Como es debido, ponemos el broche final a este almuerzo con chocodelight, nuestro postre favorito, con crocante de galleta, sobre mousse de chocolate y fondo de dulce de leche. Imprescindible hundir la cuchara hasta el final.

Nos despedimos de Atlantis con la certeza de que volveremos y nos convertiremos en unos de los tantos peregrinos que ya se acercan aquí para disfrutar de un tapeo con sabores frescos, atrevidos y sobre todo exquisitos.