Desde que abrió sus puertas en julio del año pasado que tiene al barrio revolucionado. La gente de Poblenou está como loca porque por fin tienen un sitio donde sentirse como en casa, comer como nunca y sorber cócteles sentados en un sofá setentero. Y está corriendo la voz, Balius rocks.
Rosa y Mike están detrás de Balius y cuentan que todo surgió de una feliz casualidad. Ellos son los responsables de algunos de esos locales que la gente recuerda, como el Pesca Salada, ese bar al que solo le faltaron 20 metros cuadrados para alborotar el Raval. Dice Rosa que cuando vio el local de Balius se enamoró. El espacio estaba hecho polvo pero consiguió ver el potencial que escondía esa vieja droguería que llevaba cerrada durante años. De hecho, Balius es el nombre que tenía el antiguo negocio y que sus propietarios han mantenido para conservar ese punto kitsch.
Entrar en Balius es una experiencia diferente según el día y la hora a la que entres. A mediodía, se llena de gente del barrio que quieren comer algo sano y diferente en un ambiente relajado donde puede que suene jazz tranquilo e incluso música clásica. Por las noches se llena de gente joven y de padres que han dejado a los niños con la canguro y se desmelenan tomando un buen combinado a ritmo de boogaloo o de funk. Los fines de semana a la hora del vermut el lugar es puro bullicio: familias dándole a las banderillas y amigos tomando vermuts artesanos con música de aire canalla.
Tras los fogones está Yoyo cocinando “cosas sencillas hechas con cariño. Es una cocina limpia realizada con procedimientos tradicionales y con productos de gran calidad”. Rosa fue presidenta de Slowfood en Barcelona y la filosofía de la comida entendida como un placer y la defensa de los productos de proximidad y ecológicos está muy presente en la gastronomía de Balius.
Su carta incluye mucho pescado seco como el capellán y unas excelentes sardinas que marinan y ahúman ellos mismos así como un escabeche delicioso y casero. Sus quesos están cuidadosamente seleccionados (de pastor y realizados con leche cruda), una exquisitez que se acompaña con chutney y con pan artesano de la vecina panadería Cruixent. Uno de los platos fetiche de Balius es sin duda el Atascaburras, una especie de brandada de bacalao sin nata que se trabaja como si de unas migas se trataran; auténtica y estimulante a partes iguales. La mojama cartagenera que ofrecen fue Premio Nacional en 2013 y os puedo asegurar que con razón. Es realmente deliciosa y compite en excelencia con su jamón de bellota Castro y González.
Los cócteles y vermuts merecen un punto y a parte y cuentan con una extensa y cuidada selección. Déjate seducir por alguno de los clásicos o por sus cócteles de vermut preparados con extremo cuidado por sus barman. Sin duda el papel pintado, el terciopelo y los sofás de eskay invitan a tomarse una buena copa.
Precio medio: 20€
Horario:
Martes a jueves: 19.00 – 2.00
Viernes y sábado: 19.00 – 3.00
Domingo: 18.00 – 2.00
Lunes: cerrado
08005 Barcelona
Texto: Txell Hernández Gil.
Fotos: Paula Belil