El regreso a los bares de toda la vida con Bar Cassalla

La marca de la casa de los Gastroadictos es crear bares de toda la vida, darles una nueva imagen y una carta fresca, pero con toda la tradición que conllevan. Bar Cassalla no iba a ser diferente, al menos no en eso pero si en su carta. El nuevo local nos ofrece una gran variedad de raciones tradicionales, pero también laterío, chacinería artesanal y, por supuesto, mucha brasa. Por eso no es de extrañar que el Bar Cassalla se defina como: anís, barra y brasa.

Frente al antiguo mercado de Abastos es la localización ideal del Bar Cassalla, un barrio tradicionalmente céntrico y con mucha historia. Al entrar, lo primero que nos sorprende es su larga barra con raciones y por supuesto la gran brasa que se ve al fondo, sin duda, es el principal punto diferenciador de este bar, pero no el único. Gracias a su gran tamaño se incluyó en él una gran bodega, además de una barra extensa donde disfrutar de una caña acompañada de unas buenas raciones, incluso, un espacio dedicado exclusivamente a la chacinería y las conservas, como las de La Curiosa de berberechos y mejillones o Franco. ¡No te lo puedes perder!

Arranca el día con un almuerzo a la brasa como el bocadillo americana con huevo, panceta, pimientos verdes y patatas a o pobre, o pásate a mediodía a disfrutar de un arroz o de unas buenas tapas para las noches con amigos. Hay un Bar Cassalla para cada gusto. Sin duda es un buen plan a cualquier hora, hasta para tomar una ‘picaeta’ a base de mellijones la Peñita acompañada con un buen vino a media tarde.

Seguramente, no deberías irte de Bar Cassalla sin probar el chuletón de atún o lubina a la brasa, una auténtica delicia. No obstante, cada día cuentan con una gran variedad de productos frescos que cocinan a la brasa según gusto y cantidad que desee el comensal. Todos los productos frescos llegan directos de lonja. Además su carta cuenta con una gran variedad de platos tradicionales con una pequeña vuelta de rosca como el bikini trufado o las croquetas de cigala. La tarta de manzana con crema inglesa y las fresas con nata, compiten muy de cerca con la tarta de queso, por ser el postre estrella.