Bar Del Pla

Si bajara una nueva especie alienígena a la Tierra para estudiar nuestras costumbres y tuviese que explicarles cómo es un bar de tapas del copón, les llevaría directamente al Bar Del Pla.

Hace 4 años, Jaume Pla, propietario del restaurante del mismo nombre y apellido que comparte con uno de los escritores mas gastrónomos y adorados de Cataluña, abrió este local. Fue entonces cuando conoció a los dos Jordis –amigos desde la adolescencia y compañeros de clase en el CETT–, dos piezas clave que ayudaron a que el bar encontrara la fórmula perfecta para dar de comer. Los Jordis forman un tándem perfecto; uno dirige una cocina con estilo tradicional pero con elaboraciones contemporáneas –el secreto del Cerdo ibérico cocinado a baja temperatura debió de ser el almuerzo de Zeus en el Olimpo– y el otro maneja una sala con el balance perfecto entre lo informal y risueño.

¿Por dónde empezar? La selección de aceitunas y anchoas es de escándalo y son perfectas para abrir el apetito y preparar el cuerpo para lo que se le viene encima: ensaladilla rusa, huevos estrellados con butifarra del Perol, tartar de atún rojo, carpaccio de mango con virutas de foie, flores de calabacín rellenas de brandada de bacalao, Croquetas de boletus, pescadito frito y alcachofas rebozadas y fritas son sólo algunas de las opciones para compartir con amigos. Para apetitos insaciables, se puede continuar con el Mike Tyson de la carta: el chuletón de buey. Y, si se trata de lubricar la garganta, tienen para tantos bocados una excelente carta de vinos con marcas interesantes del circuito enólogo local, algunas cervezas artesanales, vermuts, gin tonics y licores para poner punto final al deleite. Pero no te vayas sin antes pedir una torrija demencialmente rica o las fresas con vinagre de Módena.