Con un nombre atemporal y compuesto por dos palabras nos sentimos atraídos por el cartel luminoso que preside la puerta de su cocina. Bar Omar, es un local que lleva ya más de 4 años abierto y que tiene cero pretensiones, donde la única condición para aquellos que asistan es: pasarlo bien mientras disfrutan comiendo y bebiendo.
Nos recibe Omar, el chef y propietario del local quien nos cuenta el concepto de interiorismo del local. Aunque para aquellos que ya hayan estado sabrán de lo que hablo y es que la idea de este cocinero era crear un ambiente en el que la gente se sintiera como en casa, un local que nada más entrar por la puerta te acogiera. Y de ahí es uso de la madera, el cemento y ese toque industrial que hacen de Bar Omar un lugar muy característico donde su cocina queda abierta a los comensales.
En Bar Omar cuentan con una propuesta directa y fácil donde se respira buen rollo y en la cual podrás saborear pequeños platillos elaborados con productos de calidad, pero con un punto de ejecución más elevado del que puede parecer su carta a priori.
Como es el caso de sus croquetas de pollo de payés rustido que con tan solo el primer bocado sabemos que no se tratan de unas simples croquetas. Y qué decirte de su mar de bravas, un espectáculo servido en plato.
Su carta varia cada 4 o 5 meses, en función de la temporada con lo cual si hace tiempo que no los has visitado encontrarás nuevos y sabrosos platillos que descubrir.
Para acompañar todas estas delicias, cuentan con varios vinos naturales los cuales crearán una combinación inmejorable.
Dirección: Carrer d’Amigó, 34, 08021 Barcelona
Precio medio: 25-30 € por persona (bebida incl.)
Horario: martes a jueves 13:30 a 15:30 y de 20:30 a 22:30h. Viernes y sábado 13:30 a 15:30 y de 20:30h a 23:00h. Domingo de 13:00h a 15:30h.
Texto: Andrea Asensi
Fotografía: Alba Obradors