Bar Tomate

Bar Tomate llegó a Madrid con la mejor de las cartas de presentación, pertenecer al conocido y valorado Grupo Tragaluz. Él fue el primero del grupo en la capital, pero le sucedió pronto Luzi Bombón. Como no podía ser de otra manera y habiendo visto el buen hacer de Rosa Maria Esteva y Tomás Tarruella, el Tomate pronto se convirtió en un lugar de referencia en la ciudad y sobre todo del barrio de Chamberí.

El Tomate muestra su versión más cercana desde bien temprano, ofreciendo una gran variedad de desayunos y enlazándolo con comidas a la carta y platos del día. A media tarde y por la noche conocemos al Tomate más íntimo, con luces tenues que te invitan a tomar una copa en su barra después del trabajo o pasar a sala y quedarte a cenar.

La cocina del Tomate ofrece platos mediterráneos y de mercado, siendo especialistas en pastas y pizzas gracias a su horno de leña. Allí puedes empezar picando unos espárragos rebozados con salsa romesco y un pincho galardonado con el premio a la mejor tortilla, y si te gusta el pescado, no puedes perderte sus tortitas de sashimi de atún con aguacate y mayonesa de chipotle y el tartar de atún con guacamole, absolutamente espectacular.

Uno de sus platos más conocidos son los rigattoni trufados y gratinados, ideales para compartir después de unos entrantes y una de las razones por las que querrás volver al Tomate más pronto que tarde.

Para los más golosos, la carta de postres está llena de clásicos: tarta de manzana, brownie, mascarpone con frutos rojos y tarta de queso.

El ambiente anima a quedarse tomando una copa en la barra, y si además es viernes o sábado, estás de suerte, ya que podrás disfrutar de la música que pincha un DJ hasta las 2:00 de la madrugada.

En definitiva, el Bar Tomate ha sabido muy bien cogerle el punto a Madrid, ser un restaurante vivo al igual que lo es esta ciudad y convertir una cena improvisada en una noche para recordar.