Barra y mantel, cocina honesta con platos de toda la vida

Barra y mantel es un restaurante en el que disfrutar de una comida de calidad. Una comida que se puede saborear tanto en su barra como en sus mesas con manteles blancos. La premisa de este restaurante fue no hacer ninguna diferencia entre ambos espacios del local, sino que la carta se pudiese disfrutar en su totalidad tanto en la barra con la mesa.

Iván González es el creador y chef de este restaurante. Este chef decidió abrir su primer negocio en Madrid después de su éxito en Valencia e Ibiza. Tras años asesorando a otros grupos de restauración en la capital, decidió lanzarse y crear un espacio personal donde la imagen del local reflejase la identidad de su cocina. Así, decidió que Barra y mantel tendría una personalidad basada en sabores clásicos y platos elaborados con productos de temporada, donde los comensales pudiesen disfrutar de una cocina honesta en la que una materia prima de calidad fuese el protagonista de cada plato.

Barra y Mantel te hará retroceder en el tiempo mientras saboreas platos de toda la vida. Una oferta que al estar centrada en productos de temporada va variando según la disponibilidad de esos productos en el mercado.

Su carta es de base tradicional y de esencia mediterránea. Buenas carnes, pescados, arroces o guisos son algunos de los platos que encontrarás en Barra y mantel, eso sí, siempre dándole un toque personal y respetando los sabores de cada producto.

En su carta encontrarás platos como salmorejo o foie mi cuit, platos perfectos para abrir el apetito. Las puntillitas con pisto picante es un plato que reconforta. Las albóndigas de chuletón (elaboradas con carne madurada durante 50 días ) es uno de sus platos estrella y el arroz en lata de mar es un claro ejemplo del buen hacer de Iván con los arroces.

La bodega es otra de las razones por las que acudir a Barra y Mantel, ya que cuenta con más de un centenar de referencias de vinos españoles, franceses y alemanes.

Barra y mantel dispone de una cocina de horario ininterrumpido, pero por las tardes su carta es más reducida y con una oferta pensada más en el picoteo. Tablas de queso, conservas ibéricos o bocatines son algunas de las opciones que encontrarás.

En este restaurante disfrutarás de esos platos de toda la vida, un espacio al que acudir a cualquier hora del día, ya sea para sentarse en sus mesas del comedor, en la barra, en su zona de mesas altas o en la terraza para disfrutar de un vino y unas tapas o una comida basada en la tradición.