Baton Rouge es el nombre escogido por Diego González para su abrir su propio local. Baton Rouge es la segunda ciudad en importancia del estado de Luisiana, situada a unos 130 km de Nueva Orleans.
Como podéis imaginar, la elección del nombre no es casual. Diego tiene muy claro qué tipo de local tiene en su cabeza. Entre tanto pseudo «Speakeasy», coctelerías «tropicales» y otras «Old school» donde se puede escuchar el vuelo de una mosca, se agradece un local que reivindique de forma clara y honesta qué tipo de local es, y quiere seguir siendo.
Diego lo define como «Craft cocktails, great burgers and superb music», y la verdad, no podemos estar más de acuerdo. Los grandes bares no los hacen solo las copas, ni solo la música (Qué alivio escapar de las radio fórmulas) ni la comida por si misma. Cuando tienes el pack completito, solo queda rematarlo con el conocimiento y con la hospitalidad, y de eso es de lo que van más que sobrados. Diego es gato viejo, y está de vuelta de muchas cosas, y Pedro, su mano derecha es todo servicio, trabajo y talento.
La carta que nos ofrecen Diego y su equipo es muy clara, completa, concisa y divertida. Hay cócteles que tienen mucho trabajo previo, pero esta complejidad se explica de forma muy transparente al cliente final. Los sabores son claros y sin trampa, pero a su vez complejos. Un claro ejemplo es la versión que preparan con el clásico Blood and Sand, en el cual envejecen en la misma barrica el Whisky, el vermut y el licor de cereza, y lo mezclan con el ingrediente que falta, la naranja, en este caso, a través de una espuma del citado ingrediente.
Otro buen ejemplo es su Manhattan, donde además de Bourbon y Angostura, trabajan con su propio vermut, que no es más que una suma de varios vermuts comerciales, que han ido mezclando hasta llegar al sabor que les encaja para este tipo de cócteles.
También hay espacio para recetas más ligeras pero a su par originales, como la versión de Diego de la Piña Colada, a la que le da una vuelta añadiendo un shrub (una especie de sirope de frutas avinagrado).
La carta de hamburguesas y tapas sigue en la linea, cuatro cosas muy bien hechas, sin más florituras que las que ofrece una materia prima de altísima calidad. Nos quedamos cortos al afirmar que las hamburguesas de Baton Rouge son de lo mejorcito de la ciudad. A partir de una carne de vacuno de calidad, la vida es mucho más fácil y más agradecida. Es impagable poder cenar en condiciones en el propio local y a precios muy competitivos.
Y acabemos hablando de la música del local y de la ambientación en general. Baton Rouge esta situado a pocos minutos de Sol, y ejerce de oasis en esa zona tan turística. El local tiene dos plantas, es bastante alargado, y aunque la barra siempre es nuestra primera opción, realmente el resto del local es muy acogedor, elegante y nada recargado en cuanto a decoración. Y si de fondo suena Wilco, qué más podemos pedir.
Calle de la Victoria 8, Madrid
Teléfono: 671 44 06 28
Horario: de Lunes a Domingo de 19h a 02h
Texto: Mauri Jiménez
Fotos: Marcos Ortiz