Riviera Nayarit cumplió este octubre pasado 11 años de vida. Siendo el destino más joven de México, se ha posicionado como la zona con mayor crecimiento en turismo de lujo, pero lujo entendido en clave de naturaleza, experiencias, gente y gastronomía. Betty Vázquez, natural de Tepic, es la más clara embajadora gastronómica de Riviera Nayarit. Viaja por todo el mundo promulgando que «puedes tener un destino maravilloso, pero que si en él no comes bien, es probable que no regreses». Riviera Nayarit se compone de 309 kilómetros de costa lo que les da un alcance sin igual al producto más fresco. Pero también tienen montañas, valles, ríos y lagunas.
¿En qué reside el encanto gastronómico de Riviera Nayarit?
Nuestra gastronomía bebe de tradiciones culinarias prehispánicas y fusiones del Puerto de San Blas, que fue el último puerto de la colonia española para el comercio entre Oriente y Occidente. Muchos de los sabores que hoy viven, entraron por China, trayendo las especias, sabores, técnicas… Sin olvidar la impronta de los españoles en la zona.
¿Qué dirías a alguien que visita la zona por primera vez?
Tenemos mucho que ofrecer, no solo es un destino divino, sino también hay mucho que comer. Es el destino más importante de América para la observación de aves, tenemos la ola más larga del mundo, la posibilidad de observar a la ballena jorobada y el tiburón ballena… Hablar de comida es hablar de aguachiles, ceviches, pescado tatemado, ahumado, empanadas de camarón, de cuando el cerdo llegó a México, pozole, tamales…
¿Cuáles son las claves de vuestra cocina?
Producto, respeto, amor por lo que haces y técnica. Para mi la buena cocina no entiende solamente de mantel, pienso que puedes disfrutar igual en un puesto callejero que en la mejor mesa del mundo. Queremos que los sabores conquisten.
¿Un restaurante que nos recomiendes?
Si tengo que pensar dónde me sentiría mejor, esa sería mi casa. Mi restaurante, el Delfín en el hotel Garza Canela del Puerto de San Blas.
¿Y un plato?
Hoy por hoy, te diría crudos. Un ceviche o un aguachile.
¿Podrías elegir un producto fetiche?
La sal de mar, siempre.
¿Y un trago?
Tequila Miramontes, que es el único que se hace en Nayarit desde 1928. Lo hace una familia muy comprometida con su espacio y su producto.
¿Nos confiesas un utensilio que no falte en tu cocina?
El cuchillo.
¿Cuál es la música que acompaña a Betty Vázquez cuando cocina?
Toda. Puedo escuchar desde rock ‘n roll, hasta música clásica, pasando por mariachi… Depende de la emoción y del momento.
¿Cuál sería el plato de tu infancia?
El pipián de mi abuela. Es una preparación muy básica: tomates y cebollas asados, ajo y pepitas de calabaza o de cacahuete. Es espectacular, aún hoy, dedicándome a la gastronomía, no me queda igual que el suyo. Ella hablaba de que tienes que tener cierto ritmo al mover el mole, tiene que tener cierto tostado y temperatura.
¿Podrías compartir un truco de cocina con nosotros?
Uno de los platillos más emblemáticos de la Riviera Nayarit es el pescado ahumado. La gente me preguntaba cómo hacerlo, muy sencillo: sartén, papel aluminio, azúcar, canela, arroz y lo tapas todo; el azúcar se empieza a quemar, con lo que provocas un humo espectacular, y lo tienes listo en 10 minutos.
Si nos invitaras a cenar a tu casa, ¿qué nos cocinarías?
De entrada un ceviche o aguachile. De plato principal una sopa de mariscos usando productos que llegaron y se quedaron como el coco que viene de Oriente. Para continuar, camarones preparados de una forma muy sencilla, con un buen aceite español, un buen chile seco, un poco de ajo y limón. Por último, prepararía con algo muy nuestro, un tamal de lote. Somos hijos del maíz así que ¿por qué no hacerle una reverencia haciéndolo dulce y dedicándole el final de una comida?
Y para acabar, ¿Próximos proyectos?
Tengo mi negocio en Riviera Nayarit, y varias propuestas para abrir otros. Lo más importante, a nivel gastronomía, es la promoción. Hacer que la gente vaya a México. Propuse que en cualquier lugar, en el que hubiera una embajada o restaurante de México, hubiera una certificación para que todo el mundo tenga el acceso correcto a los productos, que se abran caminos para que el producto llegue y no tengan que imitarlo. Además, formando parte de Masterchef como jueza, me gustaría poder, a través de una plataforma como es la televisión, educar a la gente en la creencia de que podemos comer bien, y no es necesariamente una cuestión económica, sino de educación.
Entrevista de Macarena Escrivá
Fotos: Acción y Comunicación