Nació en Marbella hace tres años como un modelo de negocio con vocación de expandirse a lo largo y ancho de la geografía española y más tarde por el resto del mundo, y lo está consiguindo. El proceso es lento, pero como ya inoe sabe, las cosas de palacio van despacio. Sin embargo, desde su aterrizaje en pleno Paseo de la Castellana de Madrid, Bibo Madrid no ha hecho más que dar alegrías a su creador, Dani García. Tenía el trabajo casi hecho gracias al exitazo cosechado en el hotel marbellí Puente Romano Beach Resort & Spa, que es donde todo comenzó. El público madrileño puede ser muy exigente, pero García lo ha conseguido, y lo ha hecho aunando las raíces de su tierra, Andalucía, con experiencias vividas a lo largo de sus viajes por todo el mundo. Su premisa: “pensar en local y cocinar en global”.
Y es que Bibo Madrid es la variedad, la originalidad y la expresión de la informalidad y del lujo asequible a través de una carta donde se entremezclan estilos y orígenes culinarios de allá y de acá y donde el producto local es la principal clave de la oferta culinaria. De ahí, de esos ingredientes es de donde parte todo, sus creaciones con guiños a otras cocinas como la francesa, la italiana y la japonesa y esas adaptaciones a clásicos con toques vanguardistas que ya se han hecho imprescindibles. Y si no que se lo digan a esos platos inmutables de la carta como el brioche con rabo de toro, la ensaladilla rusa con huevos fritos de codorniz o las croquetas hechas con la tempura típica que se emplea para la fritura andaluza.
La carta, muy similar a la de Marbella y bastante extensa, se estructura en varios apartados: “Brioches y Tapas”, con un brioche de rabo de toro desmigado de rechupete, “Clásicos Dani García”, “Verde que te quiero verde”, “Raw & Oyster Bar”, “La fritura andaluza”, “Tuna Bar de Barbate”, donde es imprescindible devorar el tartar ahumado de ventresca de atún con yema, y dos epígrafes con platos andaluces y marineros, como el lomo de bacalao a la parrilla, y por otro lado los carnívoros con dos tipos de hamburguesas y varios cortes de carne entre los que destaca la presa de cerdo ibérico macerada con miso.
Pero no solo eso, todavía se alarga más la carta de Bibo con una sección donde se recogen propuestas para compartir entre amigos o en familia. Bajo el nombre de #Bibofamily, García propone una lista de platos caseros como el chuletón de Black Angus empanados o el pato asado Challandes de Burgaud, que permiten al comensal comer fuera de casa pero como si estuvieras en tu propio hogar. ¡Ah! Y también saborear la cocina de tu madre.
Que madre no hay más que una es algo que todos sabemos. Por ello, para homenajearlas a todas, Bibo Madrid se convierte en una casa de comidas gracias a la iniciativa “Madre Cocina en Casa”. A través de ella se presentan varias propuestas donde el cariño, la paciencia y el amor se pueden masticar a través de platos como las albóndigas de ciervo o el pisto con huevo.
Una carta sorprendente y viajera que también se percibe en la decoración a través de un gran globo aerostático que pende sobre la barra y que simboliza el espíritu aventurero de Dani y las 7.000 bombillas que enmarcan las paredes representando así la sofisticación y el alumbrado típico de la feria de Málaga.
Paseo de la Castellana, 52, 28046 Madrid
Teléfono: 918 05 25 56
Horario: de lunes a viernes de 13:00h a 00:00h, sábados y domingos de 12:00h a 00:00h
Texto: Ana María Clemente Puigserver
Fotos: Nacho Alcalde Ruiz