Un aire de nostalgia y familiaridad nos envuelve al entrar a Bodega la Palma, un emblemático rincón en el Barrio Gótico de Barcelona que cuenta con más de 80 años de histórica trayectoria. En 1935 abrió en primera instancia como tienda de comestibles, sin embargo, tan solo cinco años después comenzó a funcionar como bodega. Rápidamente se transformó en un clásico de la época, donde intelectuales, poetas y artistas de índole creativa, tales como García Estragués y Hernández Pijuan, se reunían para presentar sus obras y usar la bodega como punto de encuentro de tertulias intelectuales. Albert, uno de sus actuales dueños, señala que incluso Dalí fue visto en la bodega por aquellos años.
No fue hasta finales de los años 80 que el negocio cambió de manos dentro de la misma familia y pasó a llamarse «La Bodega de la Sra. María», y fue la misma Sra. María quien decidió incluir una cafetera y comenzar a ofrecer tapas y platillos tradicionales para acompañar los clásicos vinos de la bodega. Actualmente la Bodega la Palma está a cargo de Judit y Albert, una pareja de vecinos del barrio que decide tomar el mando del histórico local. Su apuesta es mantener la esencia de la bodega y al mismo tiempo modernizar su propuesta gastronómica sin perder los sabores tradicionales de la cocina catalana.
Su inmobiliario, compuesto por asientos de madera, mesas de mármol y su clásica barra que conserva desde los orígenes del local, nos transporta a la Barcelona de los años 80. Por otro lado, y en línea con las tendencias actuales en gastronomía, destaca el uso de productos ecológicos, de proximidad y de mercado para la elaboración de sus tapas y platos.
Las croquetas de guisantes a la menta y los calamares en su tinta que llegan en primer lugar a nuestra mesa, son un ejemplo de la nueva propuesta gastronómica que ofrece actualmente Bodega La Palma; sabores tradicionales con un guiño a las tendencias culinarias del momento. Continuamos con unos exquisitos y contundentes canelones de ternera asada, trompetas de la muerte y grosellas; un plato que nos sorprende con su cremosa textura y su rico sabor, un gran homenaje a un plato casero de toda la vida. También nos dejamos sorprender por la deliciosa combinación de sabores de la coca de secreto ibérico con torta de casar y pimientos piquillos. Y si lo tuyo son los clásicos, no dejes de probar su surtido de embutidos catalanes, la mojama y la clásica tapa de tortilla de patatas acompañada del vermut de la casa o uno de sus deliciosos vinos especialmente seleccionados.
Para terminar una velada llena de historia y sabor, probamos un sorbete limón de sorrento, cava trepat y menta frita, que nos deja un suave y dulce sabor en boca. Bodega la Palma es un clásico que ha sabido mantenerse vigente con el pasar de los años, conservando la historia y tradición gastronómica como uno de sus principales atractivos al día de hoy. Sin duda alguna un imperdible de la ruta de bodegas emblemáticas de Barcelona.
Carrer de la Palma de Sant Just, 7, Barcelona
Teléfono: 933 150 656
Horario: de lunes a sábado de 12:00h a 00:00h
Texto y Fotos: Kathrin Behrens Varela