En París hay crêpes en cada esquina, cierto. Y muchas veces baratas. Lo que no es tan fácil de encontrar son crêpes memorables, de esas que no te llenan a los dos bocados y que se pueden terminar sin pesadez en el estómago.
En Breizh Café ofrecen crêpes deliciosas a precios razonables y como bien reza el lema de la crêperie, autrement, es decir, diferentes. Inspiradas en recetas de tradición bretona, si se lee atentamente se pueden encontrar guiños a la cultura japonesa. Esta inusual relación se explica porque Bertrand Larcher, el fundador de Breizh Café, nació y creció en la Bretaña pero se mudó por amor a Tokio durante unos años y no le fue nada mal. Allí se convirtió en un verdadero embajador de las crêpes bretonas y actualmente tiene diez creperías a lo largo del país.
En su restaurante parisino, situado en pleno barrio de Le Marais, el secreto de las galettes bretonas -un tipo de crêpe hecha con harina de trigo sarraceno y por tanto sin gluten- es la calidad de la materia prima. En Breizh los ingredientes tienen una importancia fundamental y buena muestra de ello es que utilizan una de las mejores mantequillas de Francia, la espectacular mantequilla artesana de Bordier, o que todas las harinas que usan -tanto de alforfón como de trigo- son orgánicas.
El menú incluye opciones saladas y dulces y una más que interesante carta de sidras, principalmente bretonas. Nosotros nos dejamos recomendar y la sidra Carpe Diem, con un nivel de alcohol bajo (3.5%) y un balance perfecto de acidez y azúcar, fue todo un acierto. La sidra bretona, al igual que el vino gallego Ribeiro, se bebe en tazas.
Hay más de veinte galettes para elegir, desde la tradicional de jamón y queso hasta especialidades de la casa, como la Provençale que lleva cebolla confitada a la sidra, tomates, jamón, anchoas, queso, huevo y hierbas provenzales. Muchas de las crêpes de postre vienen acompañadas de helado o nata Chantilly e incluyen opciones como chocolate, caramelo o compota de manzana.
Otro detalle importante es que abren los domingos -cierran los lunes y martes- y todo el que haya estado en París sabe bien que encontrar donde comer un domingo puede acabar convirtiéndose en una misión imposible. Desde que Breizh París se ha convertido en un restaurante recomendado por la guía Michelin reservar es más necesario que nunca.
109 r. Vieille-du-Temple, 75003 Paris
Horario: Miércoles a Sábado: 11.30 a 23.00 / Domingo: 11.30 a 22.00
Precio: 20 euros
Texto y fotos: Mónica R. Goya