El trópico, las palmeras y la música pegajosa son sólo el aperitivo. Café Habana, en el corazón de Nolita, tiene la frescura de un lugar vivaz y con buena energía, además de ser un establecido clásico y concurrido de la mañana a la noche. Es tanto un lugar para recuperarte con un delicioso brunch, como un punto de encuentro para empezar a calentar motores un sábado por la noche.
Café Habana tiene carácter, sabor y picardía. Todos los tragos son fuertes y deliciosos: mojitos, margaritas, daiquiris, cubalibres o caipirinhas. La comida es fresca y del día, y cualquier hora es saludable para saborear sus sencillas y ricas recetas de inspiración cubano-mexicana. Puedes empezar con la mazorca de maíz –con chile piquín, sal, queso y crema– para entrar en apetito y continuar con uno de los platos más solicitados por la clientela habitual: la torta de queso blanco con aguacate o los baja tacos de pescado blanco con salsa de cerveza batida.
Entre los platos fuertes hay una original combinación de carne arrachera sobre ensalada de maíz, fresca y crujiente, o una fantástica opción vegetariana: el tlacoyo Tres Marías –tortillas de maíz con queso de cabra, frijol negro y tomates secos–. Pero sin duda, el maravilloso sándwich cubano de carne de cerdo marinada al limón, jamón y mayonesa de chipotle es la niña de los ojos del lugar.
El artífice de Café Habana es Sean Meenan, un ex boxeador y ex modelo que reformó hace nada más y nada menos que 16 años este carismático diner en la esquina de Elizabeth con Prince Street. Si las paredes hablaran, tendrían historias hasta el amanecer. Sean, después de abrir otros dos lugares en Nueva York, y otro más en California, ahora amplía miras hacia los Emiratos Árabes.
Como dato curioso para finalizar, el nombre del local procede de un café de México D.F. y en el que se reunía la farándula musical cubana –y no de la vieja Habana, como era de esperar–. Qué más da si toca Pérez Prado de fondo. ¡Mambo!
CAFÉ HABANA
(212) 625-2001
9am – 12 pm
Precio: $11-30
Texto y Fotos: María Rosa Badia