En este pequeño local de la rue Neuve Popincourt, en el distrito 11 de París, han sabido convertir platos sencillos como la shaksuka (un plato a base de salsa de tomate y pimientos, coronado con uno o varios huevos) o los sándwiches en algunos de los más venerados de la ciudad: «No puedes comprar la felicidad, ¡pero nuestra shaksuka se acerca bastante!», reza un acertadísimo cartel en la puerta. Aunque, como en todo buen café, su oferta de bebidas y sus opciones dulces tampoco se quedan atrás. Miles de fotografías de todos ellos inundan las redes sociales de los parisinos y los turistas que deciden hacer una parada en Café Oberkampf.
El café se encuentra a apenas unos pasos de la concurrida rue Oberkampf, aunque no encontraremos ningún cartel en el exterior del local. En su lugar, serán su característica fachada azul y la cola en la puerta durante los fines de semana (no aceptan reservas) las que nos indicarán que hemos llegado a nuestro destino. Se trata de un espacio pequeño, con apenas cuatro mesas en el interior, inundado de la luz natural que se cuela por los ventanales de la fachada. Un banco con cojines azules recorre una de las paredes. En la otra, una barra baja de madera y azulejos blancos separa el pequeño espacio en el que Guy Alexander Griffin, arquitecto de formación y propietario del café, y su equipo preparan las comandas.
Inspirado en los coffee shops de Sydney, Café Oberkampf abrió sus puertas hace un año, y desde entonces, su popularidad no ha dejado de crecer. Guy eligió el 11ème (probablemente el distrito con más negocios de restauración de París) porque lo conocía bien: Durante sus estudios trabajó en los bares de la zona y asegura que a día de hoy es «una especie de barriopueblo en constante evolución a nivel culinario». Y aunque su buena localización es sin duda importante, la clave de su éxito reside en su deliciosa carta: «Es simple, mediterránea y sana», explica Guy, «pero sin dejar de lado la originalidad», que se cuela en el menú mediante la utilización de ingredientes poco habituales como el queso halloumi (presente en su tosta de hummus y tomates marinados) o la mermelada de pimientos (que usan para elaborar su célebre sándwich de queso Lost in cheeseland).
El menú se modifica ligeramente según la temporada o la disponibilidad de productos, pero incluye siempre su conocida shaksuka (también disponible en versión «verde», con espinacas), tostas, sándwiches y ensaladas. Además, entre semana los clientes pueden disfrutar de un menú a mediodía por 11,50 euros. En cuanto a los amantes de los desayunos y de los caprichos dulces en general, podrán elegir entre muesli o granola con fruta y yogur, tostadas, su riquísimo pan de plátano tostado o alguna de las tartas, galletas o bollos caseros que encontrarán en la barra y que nunca tardan en desaparecer. Y para los que tienen prisa, toda la carta está también disponible para llevar.
En definitiva, el local de la fachada azul es el rincón ideal para darse un capricho. Ya sea por la calidad de su café (también a a venta para preparar en casa), por su acojedor ambiente, o por su deliciosa comida, Café Oberkampf es una parada obligada para quienes visitan la capital francesa.
3 rue Neuve Popincourt, 75011 París
Horario: Lunes, jueves y viernes, de 8.30h a 17h; sábado y domingo, de 9.30h a 17h.
Texto y Fotos: Naiara Reig