El nombre ya es una declaración de intenciones, y es que en Cakareo vas a poder disfrutar de uno de los mejores pollos a la brasa de la ciudad. Este local ha puesto todo en el asador traer a Madrid la autenticidad y el producto fresco que llega directamente desde la granja.
Este restaurante es una oda al pollo y a las verduras a la brasa, en la que han rescatado la tradición de lo rural y artesanal para ofrecer una propuesta gastronómica sencilla, saludable y en un local muy acogedor que está decorado en tonos neutros.
Su carta gira en torno a la brasa y aunque el pollo es uno de sus productos principales, las verduras tampoco se quedan atrás, convirtiendo este local en un match perfecto para los carnívoros y vegetarianos.
En su carta encontrarás opciones como la ensaladilla rusa con ventresca, la tortilla de patatas al estilo “coulant” o las verduras de temporada (que pueden ser asadas o a la brasa), entre los que destaca el puerro asado al Josper.
Pero sin duda, y como no podía ser de otra manera, su plato estrella es el pollo a la brasa. Un pollo que es preparado en adobo tradicional y que se puede acompañar de cinco salsas caseras (mojo andaluz, romesco, ranchera, chimichurri y mayo mojo rojo) además de completar con algunas de las distintas guarniciones disponibles (verduras de temporada, pimientos de piquillo, boniato, berenjena, patata). El pollo es preparado con todo el mimo para que así quede perfectamente sellado por fuera pero jugoso por dentro. Un plato que además tienes la posibilidad de pedirlo entero o simplemente pedir medio pollo, para que así puedas disfrutar de más platos de la carta.
Si todavía te quedas con hambre a estas alturas, puedes completar la comida en Cakareo disfrutando de una de las dos hamburguesas que encontrarás en la carta. La Mediterránea, elaborada con pollo desmenuzado, mahonesa trufada, mostaza, tomate seco, queso ahumado San Simón, mozzarella, piquillo confitado y pan de cristal o la Cakareo, elaborada con contramuslo de pollo adobado, bacon, crema de cheddar, cebolla caramelizada, pepinillo, mahonesa picante y mostaza.
Y para terminar, no podía faltar el postre. El broche final en Cakareo lo ponen dulces como la crema de mascarpone, Nutella y pistacho o la piña a la brasa con chantilly y helado. Una forma perfecta de terminar una comida en Cakareo.
Dirección: C. de Raimundo Fernández Villaverde, 50, 28003 Madrid
Horario: lunes de 12:30 a 24:00 horas; de martes a jueves de 12:30 a 24:00 horas; de viernes a domingo de 12:30 a 01:00 horas
Precio: 25€
Texto: Elena R. Feijóo
Fotos: Cedidas por el restaurante