Zim y Poppy, la pareja de australianos que regenta el Caravelle, resume la filosofía de su local con una poderosa frase: “Si puedes hacerlo tú mismo, no hace falta comprarlo”. Presumen de ahumar, adobar, fermentar, encurtir y hasta embotellar. El concepto del kilómetro cero se extrapola a la producción casera y la fe en la correcta ejecución se une a la frescura del producto.
Buenos ejemplos son sus salsas a base de chile habanero o chipotle, refrescos de cola, ginger beer o hibisco&lima libres de aditivos y dos cervezas artesanales cuya elaboración delegan en las expertas manos de Art Cervesers a la espera de poder inaugurar una “brewery” propia en el local contiguo.
En Caravelle saben que la fórmula del éxito no se reduce a cuatro sillas bonitas, ilustraciones en paredes blancas y bombillas desnudas. Zim abandera la cruzada de la “desbrunchificación”. Un neologismo, que más allá de trabarnos la lengua, ilustra el desgaste que suponen las tendencias en el ámbito gastronómico. El australiano se rebela contra las etiquetas proponiendo una cocina potente y sincera.
Destacan los huevos rancheros, síntesis de Norteamérica con sus frijoles y tomatito verde; el “pulled pork” sobre brioche tostado con refrescante toque de eneldo o el picantón asado, previamente macerado durante 24 horas en una mezcla de agua, sal, azúcar, limón y ajo. Tan crujiente por fuera como jugoso por dentro. No podemos olvidar el “coco bread” con frutos rojos y helado, una vuelta de tuerca anglosajona al clásico bizcocho de toda la vida, tan rico que te gustaría tenerlo siempre a mano.
Sería injusto pasar por alto la versión nocturna de su carta: los tacos que preparan están a otro nivel, simplemente no tienen rival en Barcelona y juegan en la liga de México DF.
En esta casa se ha apostado fuerte desde el primer día por el café. Tanto que al abrir, hace ya tres años, Zim y Poppy decidieron hacerse con una “La Marzocco”, una de las mejores máquinas del mercado. ¿El precio? La caravana con la que habían recorrido Europa en su luna de miel. ¿El modelo?
Una Volkswagen Caravelle.
Caravelle
Teléfono: 933 17 98 92
Horario:
Lunes 9:30 – 5:00
De Martes a Jueves 9:30 – 24:00
Viernes 9:30 – 1:00
Sábado 10:00 – 1:00
Domingo 10:00 – 24:00
Precio: 20 euros aprox.
Texto: Inés Troytiño y Àlex Pàmies
Fotos: Inés Troytiño