En 1944 se abría el restaurante Carballeira, famoso por sus exquisitos mariscos recién llegados de Galicia . De esa manera se consolidó entre su clientela como un referente de la ciudad. Hoy en día nada ha cambiado, su marisco sigue siendo su mejor tarjeta de presentación- junto a la atención, excelente servicio y educación de sus camareros. Los clientes siguen llegando atraídos por su «savoir faire» tradicional tratando tan buen producto, manteniendo su esencia de cocina clásica y sin experimentos.
Sólo entrar ya te quedas embobado son su expositor lleno de ostras gallegas, percebes, bogavantes, enormes cigalas, magníficas piezas de lubina, rodaballo salvaje, rape o ondarroa, para después encontrarte ambientado dentro de un barco con paredes de madera y ojos de buey y finalmente ver la amable sonrisa de su servicio old school. A partir de ahí ya sabes que te lo vas a pasar muy bien.
Tortilla de Betazos con producto «da terriña» y suave picadillo de chorizo, empanada de vieiras, pulpo a feira o caldo gallego, codillo con grelos que te provocarán la mayor «morriña» si eres gallego o querer comprarte un piso en Coruña si no lo eres. Su increíble marisco: langostinos, almeja viva, buey de mar, cañaillas, ostras gallegas, percebes, navajas, espardeñas, carabineros, etc. Soló tiene un problema, no querrás comer otro después de probar el suyo – «Un producto así sólo hay que respetarlo y cocinarlo ligeramente para disfrutar de todo su sabor, aroma y textura»- nos cuentan. Tampoco puedes olvidarte de probar sus arroces; de bogavante, con espardeñas, a banda o arroz negro con sepionetas o comer un buen guiso marinero Carballeira con bogavante, calamar, mejillones, langostinos, rape, merluza y cigalas.
-«En nuestra cocina el producto es la estrella y lo más importante es la calidad. Magníficos ejemplares de pescado fresco salvaje y el marisco más exquisito son tratados con sencillez y sin pretensiones para mantener la verdadera esencia del producto»-.
Para el final, uno de sus hits más reclamados: Oreja de fraile bañada ( si el comensal quiere, que seguro que sí) con anís seco de Rute, que tu mismo irás rompiendo para comer y se convierta así en la tertulia de final feliz.
Y aunque ya no esté el señor Millán y su esposa, está su espíritu y su esencia en cada rincón. Respetando las cosas bien hechas y de toda la vida.
C/ Reina Cristina, 3. Barcelona
Horario: De Lunes a Domingo de 13:00–24:00.
Precio aprox: 50 euros por persona.
Texto : Alba Yáñez
Fotos: Beatriz Janer