Detrás de Casa Capicúa encontramos a las hermanas Laura y Marta Benito, que tras liderar uno de los catering más famosos de Valencia, han decidido abrir este maravilloso espacio. Son gemelas, mujeres emprendedoras y las anfitrionas perfectas de Casa Capicúa. Nada más entrar, te abren las puertas y te dan la bienvenida con la mejor de las sonrisas. Es entonces cuando dejas de sentirte comensal y te sientes un invitado muy afortunado. ¿Existe gesto más bonito que alguien te invite a comer a su casa? Una invitación que Laura y Marta ofrecen a todo aquel que pisa Valencia.
“En Casa Capicúa tenemos la firme voluntad de alimentar a todas esas bocas hambrientas que crucen el umbral de nuestra casa”
“Una casa en la que acoger a todxs los que quieran venir a pasar un buen rato y disfrutar de unas elaboraciones caseras, y como decimos siempre, hechas con el doble de cariño”
Una vez aceptas la invitación y pruebas sus platos, reconoces y te resulta familiar el mimo y cariño que hay en todos ellos . Es en ese instante cuando ya te sientes como en tu Casa. En Casa Capicúa. En Casa de Laura y Marta Benito. Y, desde ahora y para siempre, también la tuya.
¡Hola Laura y Marta! Para quién todavía no os conozca: ¿Quién se esconde detrás de Casa Capicúa?
Detrás de Casa Capicúa estamos nosotras dos, Marta y Laura, unas gemelas que, aunque nos hemos dedicado durante casi media vida al mundo del derecho, ahora hemos dado un giro de 180° y hemos decidido dedicarnos a lo que más nos gusta, cocinar. Por eso en Casa Capicúa tenemos la firme voluntad de alimentar a todas esas bocas hambrientas que crucen el umbral de nuestra casa.
¿Qué os impulsó a dar el salto del mundo del catering a Casa Capicúa?
Pues la verdad es que no fue algo muy premeditado, actuamos más bien por inercia. Vimos que el catering estaba teniendo muy buena acogida y decidimos aprovechar el tirón para dar un paso más. Queríamos tener nuestro propio espacio, una casa en la que acoger a todxs los que quieran venir a pasar un buen rato y disfrutar de unas elaboraciones caseras, y como decimos siempre, hechas con el doble de cariño.
¿La esencia del catering sigue estando presente? ¿Dónde la podemos encontrar?
En realidad la esencia del catering es algo que siempre nos va a acompañar porque refleja lo que somos y lo que nos gusta. En Casa Capicúa seguimos con nuestro banana bread de siempre (que por cierto es nuestro bizcocho favorito), pero ahora también tenemos, y esa es la suerte de tener un espacio físico, bollos de canela y bostocks recién horneados. ¡Solo están los fines de semana y hasta fin de existencias, así que si no te espabilas vuelan! En cuanto a los platos de cuchara que hacíamos en Capicúa Gastro los incluiremos en la carta a partir de septiembre, que ofreceremos también menú del día.
¿Cuál es la filosofía que hay detrás de Casa Capicúa?
Nuestra filosofía es bastante sencilla, ‘hacer lo que nos gusta y hacerlo bien’. Para cumplir esta regla hay dos premisas básicas, una es tener un buen producto y muchas horas de dedicación y en segundo lugar la amabilidad, para nosotras es fundamental tener una buena atención con el cliente. Creemos que si se cumplen estas dos normas las cosas solo podrán ir a mejor.
¿A qué público queréis dar de comer?
Queremos dar de comer a cualquier persona que sepa apreciar el trabajo y el esfuerzo que hay detrás de todo esto. Son muchas horas las que nos pasamos en la cocina elaborando cada uno de nuestros platos, así que agradecemos y mucho cuando el cliente se acerca y nos dice con una sonrisa en la cara que volverá. Así que en realidad es por eso por lo que luchamos. Queremos que Casa Capicúa sea un espacio al que la gente quiera volver.
En Capicúa se come como en casa. ¿Cómo se consigue hacer de un espacio un hogar?
Por supuesto, en Casa Capicúa se come como en casa porque es nuestra casa y la de todo aquel que quiera venir a conocernos. Como ya hemos dicho antes, todo lo que ofrecemos lo hacemos aquí, desde cero y sin prisas.
Sabemos que tenéis oferta tanto dulce como salada… Como confesión personal: ¿Sois más de dulce o de salado?
[risas] En realidad nosotras somos más de salado, aunque, como confesión, desde que tenemos la cafetería, no hay día que no le hinquemos el diente a alguno de nuestros bollos.
¿Y cuáles son vuestros platos favoritos?
De salado lo que más nos gusta es la coca de pisto amb tonyina y el grilled cheese (sándwich de queso comte, Emmental, gruyere y salsa sriracha). Y de dulce, sin duda nos quedamos con el bostock, que para quien no lo conozca, es una rebanada de pan brioche con almíbar, crema de almendra, un poquito de mermelada casera y almendra laminada. Se cocina al horno para que se gratine ¡y está listo para llorar!
¿De dónde es la materia prima que utilizáis para vuestros platos?
Tenemos distintos proveedores, pero gran parte de ellos son del Mercado Central. Desde que empezamos con el catering trabajamos con ellos y creemos que cuando algo funciona es mejor no cambiarlo.
¿Qué planes de futuro tenéis para Casa Capicúa? ¿Algún proyecto sorprendente en mente?
Esperamos que el futuro sea bueno, de momento hemos tenido una gran acogida, así que cruzamos los dedos para que continúe así. La verdad es que sí tenemos proyectos en mente, queremos que Casa Capicúa sea un espacio en el que se promueva la cultura, así que a partir de septiembre queremos empezar con eventos gastro y socioculturales, organizar catas, clubs de lectura y charlas feministas.
Y antes de terminar, ¿Cuál es el secreto para compaginar familia y trabajo?
[risas] Es que mi hermana y yo somos un espécimen extraño, para nosotras lo raro es estar separadas. Llevamos 32 años aguantándonos durante casi las 24 horas del día. Lo hemos hecho todo juntas, misma carrera, misma oposición, mismos amigos y mismo trabajo. De hecho lo complicado fue cuando cada una se independizó, ¡eso sí que fue un drama! La verdad es que no sabemos cuál es el secreto, supongo que conocer a la otra persona tanto como a ti misma y confiar en ella.
Dirección: Calle de Jesús 14, 46007, València, Valencia
Horario: de martes a viernes de 8:30 a 13:30h y de 17:30 a 21:30h ; sábado de 10:00 a 13:30 y de 17:30 a 21:30h; domingo de 10:00 a 13:00 y lunes cerrado.
Texto: Clara Puig Piqué
Foto: Andrea Invierno