120 años de historia, que deberían ir en mayúsculas, son testigos del paso del tiempo a través de Casa Ciriaco, un local que ha recibido en más de un siglo la presencia de reyes, presidentes del gobierno, literatos, actores y artistas de toda índole y que aún hoy sigue al pie del cañón con dos premisas: el buen trato al cliente y el producto.
De lo primero se encarga Paco Chicharro García, actual jefe de Casa Ciriaco, que creció entre estas paredes aprendiendo el oficio de manos de sus tíos Ángel y Godofredo, para mantener este legado de cocina castellana, casticismo y fidelidad a Madrid, a su historia y a sus clientes. La otra premisa, la del producto, es la que se empieza a idear en sus cocinas. Desde las nueve de la mañana el ‘chup, chup’ toma consistencia en el fondo de las cazuelas para brindar al público, fiel en su mayoría desde hace décadas, los clásicos de este restaurante que es mitad tasca, mitad casa de comidas.
Callos a la madrileña –con un puntito picante-, la pepitoria de gallina, con un toque de azafrán y almendras fundamental, y la riojana de ternera constituyen el podio gastronómico de lo que uno debe pedir, siempre bien surtido de pan, si se deja caer por el número 83 de la Calle Mayor, justo en frente de la Plaza de la Villa.
Pero no es esa la historia que le gusta contar a Paco, que se mueve como pez en el agua después de cuarenta años entre estas mesas: “escritores como Julio Camba o dibujantes como Mingote no faltaban nunca en Casa Ciriaco, así como muchos otros clientes que llevan viniendo toda la vida”.
Aquí, en esta gran familia en la que sentirse como en casa, tampoco faltan referencias fotográficas de personajes ilustres que por aquí se han dejado caer, tentados por la cocina tradicional de Casa Ciriaco. Si antes mencionábamos a los callos y la pepitoria, también tenemos que hablar de perdices escabechadas, de abrir la boca con sus empanadillas de atún en la barra, de templarnos con su sopa castellana o de poner el colofón con uno de sus postres estrella, el ponche segoviano, que cada día llega directo de la pastelería El Oriental –un clásico repostero de la ciudad-, para endulzarnos el final en un restaurante que aún hoy sigue haciendo historia.
Restaurante Casa Ciriaco
Calle Mayor, 84, 28013, Madrid
Horario: Abierto de lunes a domingo de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:30. Cierra los miércoles.
Precio medio: 30 euros
Texto: Jaime de las Heras
Fotos: Magdalena Puigserver