Cera 23

Situado en el edificio en el que su mismo nombre indica, Cera 23 tiene raíces gallegas y sus tres precursores son tres amigos que un día decidieron embarcarse en una nueva aventura. Carlos, Guillermo y Rúben han trabajado en el mundo de la restauración desde muy jóvenes para pagarse los estudios, las facturas y los caprichos. Tanto en su tierra como en el extranjero se desenvolvieron en varios restaurantes hasta que decidieron que era hora de montar el suyo propio.

Tras perderse por distintos rincones del mundo, finalmente se dejaron caer por Barcelona y fueron el clima, la comida y la gente lo que les convenció para establecerse y empezar a buscar la zona idónea en la que abrir su local.

Rúben y su hermano Miguel (reciente incorporación y pieza crucial del equipo) se pasean por el escenario como si se tratara de su propia cocina o salón. Y eso es lo que consiguen, que te sientas como en casa. Desde que entras hasta que te levantas, logran crear una experiencia agradable en un espacio humilde y sencillo.

Además, desde la mesa se pueden observar los jefes de cocina, Fidel y Boris, preparar los platos que posteriormente se degustarán. Cuatro manos que trabajan un producto fresco y honesto. “Nos gusta trabajar con productos de calidad tanto de Galicia como de aquí. Pero nos distinguimos del típico gallego incorporando ingredientes y técnicas de otras cocinas foráneas”, apunta Rúben.

La oferta de este gallego asentado en el Raval es más bien corta pero resulta imposible decidirse por tan solo uno de los platos. Sin duda, la creatividad y la calidad son las claras protagonistas de Cera 23. Si sois tomateros, podéis empezar con el tartar de tomate con algas asiáticas y mayonesa de miso y wasabi. Los tallarines con gambas y setas son una auténtica delicia y el volcán de arroz negro con marisco y aceite de azafrán se quedará grabado para siempre en vuestra memoria. La ternera viene directa del norte y el atún al sésamo con puré de boniato a la canela ha sido pescado horas atrás en el Mar Mediterráneo.

¿Que además os gustan los cócteles? Estáis de suerte. Son una de sus especialidades y os servirán sabrosos combinados y auténticas mezclas en la barra de la entrada.

Que no se lo pierda nadie que quiera encontrar un trozo de tierra gallega en su plato y un rincón familiar al que ir a mimar el paladar.