El Cereal Killer Café es el primer café de Reino Unido en el que solo se venden cereales y su innovador concepto no conquista a los indecisos, o lo amas, o lo odias, no hay término medio.
Como no podía ser de otra manera, el Cereal Killer Café plantó su primer establecimiento en el este de Londres, en una de las calles más gentrificadas de la capital, Brick Lane. Con una oferta de ciento veinte variedades de cereales, más de treinta tipos de leche y veinte ‘toppings’ differentes, están abiertos desde las siete de la mañana hasta las diez de la noche para darle a cualquiera que lo necesite ese subidón de azúcar de la niñez al que tanto apelan.
La historia del Cereal Killer (pronunciado igual que asesino en serie –serial killer) se gestó un día de resaca, cuando a los dos gemelos que fundaron el café, Alan y Gary Keery, originarios de Belfast, les entró antojo de cereales y no encontraron ningún sitio para tomarlos.
Los británicos son los cereales más baratos que se pueden probar, a £2,5 la taza pequeña, mientras que los norteamericanos empiezan en £3 el tazón pequeño, así como los del apartado ‘global’. A pesar de que presumen de tener cereales de todo el mundo, los cereales son principalmente americanos (51) y británicos (60), mientras que otros destinos solo representan 15 de las variedades.
La leche de toda la vida está incluida en el precio del tazón, pero si se quiere ir un poco más allá y tomarla de almendra o de soja por ejemplo, hay que añadir £0,40 más. Los toppings, por £0,60 más cada uno, dan a elegir entre fruta fresca, frutos secos, galletas tipo Oreo o de mantequilla y chucherías como nubes.
Los cócteles de cereales son su producto estrella. Mezclas inusuales con nombres ingeniosos que empiezan en £3. ‘Don’t have a cinnamon’, lleva canela, golden grahams, cortezas de manzana, miel y leche semi-desnatada. Otros, como el ‘bananarama’, se centran más en un elemento, en este caso los plátanos. Llevan Weetabix de banana mini, plátano fresco, nutella, leche de plátano y espuma de plátano. Hay más de una docena de cócteles para elegir. Para acompañar sirven tostadas con varias opciones, como Nutella, mermelada o mantequilla. También ofrecen café y refrescos.
Las paredes apenas se ven, cubiertas por cientos de cajas de cereales. La decoración en ambos pisos bebe del merchandising vintage, desde Garfield hasta los Trolls, pasando por muchos personajes de Disney.
Al poco de abrir, la carta de uno de los fundadores al reportero que le preguntó si creía que la gente del barrio –uno de los más pobres de Londres- se podía permitir pagar £3 por un bol de cereales se convirtió en viral y la polémica dura hasta el día de hoy.
La mayor parte del tiempo la cola para entrar llega hasta el escaparate de la tienda de al lado. De momento parece que hay suficiente gente dispuesta a pagar £3 por un bol de cereales.
Cereal Killer Café
Precio: entre 5 y 10 euros
Texto y fotos: Mónica R. Goya