-Local cerrado permanentemente-
Lo que está ocurriendo en el Madrileño barrio de Malasaña es muy excitante a la vez que contradictorio del mensaje general de pesimismo y bajona que dan en los telediarios. No paran de abrir locales y negocios con mucho charm y frescura que están logrando crear un oasis de optimismo y escape en una capital ensombrecida por escándalos de corrupción y el ahogo a la cultura en general. Pasearse por Malachain a cualquier hora del día es como pasearse por barrios regenerados y bulliciosos como Kreuzberg en Berlín o Gottgatan en Estocolmo. Si, a veces la cantidad de pintones pululando por la zona es abrumadora, pero al menos no te atracan como los yonquis de antaño que nacieron de La Movida.
Una de las claves para que un barrio mantenga su identidad a pesar de la gentrificación es que sobrevivan algunos de los establecimientos de toda la vida donde los vecinos mayores, que no entienden que es eso del dubstep, tengan donde bajar a tomarse el carajillo.
El Chamizo es uno de esos santuarios donde el tiempo ha decidido quedarse quieto y que mantiene su atmosfera castiza y entrañable que le ha hecho tan popular durante todos estos años.
Este bar/restaurante decorado con iconos de Castilla y La Mancha que algunos podrían considerar rancios abrió en 1969, y desde entonces cada mañana se levanta Don Manuel Rodríguez Vega para servir tapeo y cañas de siempre, anises y orujos que descongelan radiadores Chechenos y comida tradicional Castellana con clásicos como el Conejo al Ajillo que a tantos recuerda sus infancias pasadas en pueblos de alrededores de Madrid.
El trato es cercano, el servicio es de palacio y la cartera apenas se da cuenta de que le han dado un achuchón. Ideal para menus de mediodia y cenas canallas, especialmente dada su ubicación a dos pasos del Nasti.
Calle de San Vicente Ferrer, 22, 28004 Madrid
Tel. 914475886
Horario: De Lunes a Sábado de 12:00h a 01:00h
Precio medio: 15€
Texto: JW
Fotos: Esther Boyarizo