Restaurante Chaparral

El Restaurante Chaparral es el secreto mejor guardado que esconde la sierra Calderona. A unos 40 minutos de Valencia es el lugar al que querrás peregrinar cada fin de semana en busca de los mejores almuerzos y paellas a leña. Si no conoces la Calderona, ha llegado el momento. Al entorno maravilloso se une la cocina tradicional valenciana de Chaparral.

El restaurante cuenta con unos 50 años de historia. Comenzó allá por los años 60, con las paellas de Juan. Cuando éste se jubiló, Quique y Lorena, clientes habituales del lugar, decidieron tomar las riendas del negocio. Así Lorena se encarga de coordinar la parte de paelleros y cocina y Quique, de la organización y atención. Tiene capacidad para unas 120 personas, y cuenta con un equipo de 9 personas con una organización de 10 para mimar con un trato familiar a sus clientes.

Sin lugar a dudas, la paella es el plato estrella de la casa, de la que sirven miles y miles de raciones al año. No obstante están reconocidos con la “cullera de fusta” de Wikipaella, porque se cocina a leña y con los ingredientes tradicionales. Así que tienes la total seguridad de que en Chaparral podrás probar la auténtica paella. Pero no es el único arroz que encontrarás en la carta, sino que también sirven otros arroces secos y caldosos, además de otros arroces de tipo estacional, como el de setas (rebollón, boletus, rosiñoles…), que sólo podrás probar en los meses de otoño.

El restaurante es lugar de encuentro de grupos de amigos y familias, además de ciclistas y motoristas que realizan rutas por la zona. Desde luego, es la mejor manera de recuperarse del esfuerzo con sus deliciosos y tradicionales almuerzos. Es algo típicamente valenciano: la cultura del “esmorzaret”. Por tan sólo 7 euros, cada fin de semana podrás disfrutar de bocadillo, bebida, cacaos y olivas. Y como traca final, un estupendo “cremaet”: un café con licor quemado (normalmente ron) con el que cerrarás con matrícula de honor la hora del almuerzo.

Las carnes a la brasa son otra de las especialidades del lugar. Además de las chuletas, tienes que probar el conejo a la brasa que maceran durante 24 horas, con una salsa de vino, romero, tomillo, ajo y pimienta. Sólo así se consigue que al cocinarlo a la brasa esté rica y no quede seca por la ausencia de grasa.

Aunque a todos estos manjares, se le añade una gran variedad de entrantes, como los calamares en tempura, ajoarriero, bravas o croquetas caseras. Bacalao, pollo de corral y de jamón son las variantes que encontrarás. Aunque si vas de cara a la primavera y verano, con la albahaca realizan una de berenjena a la brasa con pesto y queso parmesano que promete.

También son deliciosas las alcachofas de temporada que preparan de dos formas, con un escabeche con salsa de soja (el azúcar de la salsa contrarresta la acidez del escabeche y lo suaviza) o a la plancha. Sea cual sea tu elección, acertarás. Porque si algo pretende este matrimonio es sorprenderte. Que llegues, te sientes en el comedor o terraza y disfrutes del entorno y del aire puro de la Calderona, además de la comida, claro está.

El precio medio ronda los 20 o 25 euros en la comida, siempre a la carta. Aunque te advertimos de que las raciones son generosas, así que tenlo en cuenta a la hora de pedir porque sabemos que te costará decidirte.