Las servilletas y los huesos de aceitunas en el suelo del bar, pedir la vez en la charcutería del mercado del barrio, un souvenir de un viaje a la costa levantina, o una bolsa de adoquines de Zaragoza. Lo nostálgico no tiene por qué ser cutre ni rancio. Para Chichinabo Inc, toda esa imaginería tradicional merece ser desempolvada y sacada de la vitrina de las baratijas para pasar a ser la protagonista de toda una gama de platos y fuentes.
Los responsables de este proyecto son Patricia Lázaro y Miguel Sánchez Lindo, profesionales del diseño y la ilustración. «Lo que intentamos con nuestra marca es resaltar aquellas pequeñas cosas de nuestro día a día, de nuestra cultura, de nuestra identidad española que por cotidianas pasan desapercibidas o no les damos el valor suficiente. En definitiva, resaltar aquellas cosas que se considerarían de chichinabo… de segunda, pero que en el fondo son las que construyen lo que somos, nuestra identidad» nos comentan. «Chichinabo Inc. nació bajo la idea de ser un concepto, una forma de ver el mundo, de valorar lo chichinabesco y transmitirlo en diferentes superficies. Sin embargo, suponemos que por la novedad del soporte, nos fuimos centrando en la cerámica porque era lo que la gente nos demandaba más» matizan Patricia y Miguel.
Reconvertir ese patrón estético, rejuvenecerlo y encontrar un diseño propio y original, no debió ser fácil. Ellos explican su proceso creativo así: «Comenzamos esta aventura hace tres años y por aquel entonces decorar platos era algo bastante marciano. Queríamos dar un toque moderno a este soporte que nos alucinaba y se consideraba bastante ranciete. Nuestra primera colección se llamó Gracias por su Visita, y con ella queríamos rendir homenaje a los míticos bares de Madrid de palillo y servilleta en el suelo que por desgracia estaban desapareciendo. Para cualquiera de nuestras colecciones tenemos que observar, sentir, recordar y escuchar mucho y luego hacer un ejercicio de síntesis brutal».
A Chichinabo Inc. les envían las piezas desde Valladolid o Galicia y las calcas desde Barcelona, que ellos posteriormente recortan y aplican en su taller de Malasaña, para finalmente cocer la porcelana en hornos de ceramistas de Madrid. Por lo que su producto es 100% nacional, en concepto y en realización.
Si te ha entrado la nostalgia y quieres recrear tus vacaciones en La Manga en el plato en el que sirves las tortillas, propón tu idea a Chichinabo Inc. ¡que ellos te la realizan!
Texto: Gemma García