Ruta gastronómica por Singapur

Singapur es la ciudad estado más segura del mundo. En esta isla de Asia, conviven toda clase de gentes de distintas culturas, idiomas y religiones diferentes. Se trata de una ciudad moderna convertida en centro financiero con numerosos rascacielos y grandes avenidas. ¿Qué podemos esperar de la gastronomía de este inusual país?

Al ser un país pluricultural que integra a budistas, hinduistas, cristianos y musulmanes, se nota la presencia de dichos protagonistas en la cocina.
Todas estas mezclas les garantizan una gastronomía singular y diversa. Empaparse de la cocina lugareña es degustar platos típicos indios, árabes y asiáticos; estos últimos quizá son los más populares, pues el gusto por comer con los palillos chinos tanto arroz como tallarín frito, se siente en cada esquina, sobre todo en China Town.

Para descubrir su cocina tradicional es necesario pasar por los ordenados mercados, donde no solo se dedican a la venta de alimentos frescos, sino que además tienen una gran cantidad de comederos, restaurantes y puestos de comida, donde comprar lo que más te apetezca. Tampoco puedes dejar de adentrarte en los distritos chino, hindú y árabe, únicos emplazamientos de la ciudad donde podemos ver los barrios de casas bajas más tradicionales.

¿Qué desayunar? Pásate por alguno de los mercados, como por ejemplo el de Lau Pa Sat o Tiong Bahru Market. Si quieres probar los sitios más típicos del mercado solo tienes que fijarte en las largas colas, pues a los singapurenses no les importa esperar una hora para conseguir el mejor combo compuesto por pancakes con queso o cacahuetes, huevos poco cocidos y kaya toast (tosta a base de mantequilla y mermelada de coco). Sin olvidarte de probar el famoso durian, una fruta con un olor tant fuerte que está prohibida tomar en lugares públicos. Para comer, descubre el barrio chino y disfruta de unos tradicionales tallarines tai, rollitos de primavera de todo tipo y atrévete a cerrar con un mango sticky rice.

No te vayas sin descubrir la vida nocturna, es la estrella de la ciudad, lo notarás paseando por la calle Haji Lane y ¡No te olvides de tomar un buen zumo en Juice Clinic! O puedes optar por un baño en la piscina infinita del Marina Bay Sands, en el downtown, desde donde tomarte una de las copas más caras de la ciudad. Y si tu presupuesto no llega para tal lujo, puedes disfrutar de un buen atardecer contemplando el progresivo encendido de las luces de la ciudad y sus reflejos en Orgo Bar o Kinki Rooftop Bar donde disfrutar de un buen cóctel de maracuyá, gracias a su popular happy hour. ¿Brindamos?