A espaldas de Gran Vía, en el número 16 de la calle de la Reina, se erige una leyenda viva de la coctelería nacional y madrileña, el famoso Cock Bar, que tras varias vidas repletas de historia sigue brillando y escribiendo páginas como esta. Oficialmente abrió en la década de los 20, pero fue en sus inicios ochenteros cuando se convirtió en el local de referencia de un Madrid que despertaba en el mundo de la coctelería y que ofrecía algo distinto.
“Esperábamos empezar a rodarlo pero se convirtió en un éxito instantáneo”, nos cuenta José Astiarraga, uno de los socios. Gente del mundo del cine nacional y del arte tuvieron como cuartel general este bar de estilo inglés, donde la discreción y la comodidad están aseguradas.
Preceptos que se han ido fraguando con el tiempo a través de esta gran familia donde la coctelería clásica sigue siendo la reina, como no podía ser de otra forma en esta calle. El Daiquiri, el Moscow Mule y el Dry Martini presumen de estar en el eterno podio de Cock Bar, aunque no están solos, también abunda el parroquiano que demanda los on the rocks, afiliándose a la importante colección de whiskys, rones y brandys que pueblan las acristaladas estanterías del local.
Así, un día tras otro durante 33 años y sin cerrar nunca se asienta el mito de Cock Bar y su elegancia atemporal. Alejado del mundanal ruido que bulle en Gran Vía, en este rinconcito de Madrid no vamos a encontrar estridencias, música que esté por encima de la conversación o bailes desenfrenados de madrugada que rompan la armonía del local. En esta suerte de ‘mandamientos’, los dueños son muy estrictos y es que siempre se debe velar por la tranquilidad y la buena charla. Quizá sea esa la tranquilidad que ha convertido el local en un epicentro del arte madrileño, ya que entre sus paredes se celebra cada año la gran fiesta de ARCO, a la que nos remitimos desde la apertura del local, que consagró Cock como una parada de paso obligada para artistas, marchantes, galeristas y entendidos.
Aunque no sólo de arte podrían hablar estas paredes, también de cine. Personajes como Jodie Foster o George Clooney han pasado por sus sofás de cuero, dejándose sorprender por el encanto de este local. Aunque para sorpresa, la que se llevó José cuando el primer ministro israelí Simon Peres estuvo en el local. “¡No me dejaban entrar en mi propio bar!”, nos relata. Cock Bar se ha construido en este coqueto imperio de la hostelería al que no le faltan pretendientes –más de una vez les han tentado para comprarlo, o para abrir otro local-, pero la fidelidad es un valor al alza en Cock Bar. La prueba de ello también la encontramos en el resto del staff, con profesionales que suelen llevar décadas en la ‘casa’. Casos como el de Javier Rufo, bartender, que pertenece a esta familia desde hace 20 años no son la excepción. “El portero también lleva más de treinta años y Paloma, la chica del guardarropa, se ha jubilado tras más de 20 años con nosotros”, relata José.
Sin embargo, no sólo de historia se vive en Cock Bar. “No se puede dejar que lo clásico se convierta en un museo”, apostilla José. “Actualizamos las bebidas, incluimos tragos modernos y la gente joven sigue viniendo”, nos cuenta mientras un grupo de menores de 30 años accede al local. Sólo así, entre la convergencia de lo clásico y lo moderno, se puede entender el triunfo de Cock Bar y la perdurabilidad de un símbolo de Madrid. Por cierto, en la eterna intriga de por qué se llama Cock Bar, decidieron poner en valor el carácter de coctelería del bar, separaron la palabra “cocktail” en dos, quedándose así con el “cock” por bandera y del resto ya se ha ocupado la historia.
Teléfono: 91 532 28 26
Precio medio: 10 euros
Horario: Todos los días de 19:00h a 03:00h. Viernes y sábados hasta las 03:30h
Texto: Jaime de las Heras
Foto: Magdalena Puigserver