El otro día visitamos uno de esos lugares que guardas en el mapa para cualquier ocasión. Colmado Wilmot ofrece desde desayunos, comidas y cenas que saben a casa, a los platos que hacía tu abuela y al producto de calidad que todo comensal desea. Con esta intención fue creado, por el chef Eugeni de Diego; un lugar donde todo el mundo se sienta agusto, ya que es el consumidor quien decide hasta dónde quiere gastar.
Empezamos nuestra comida con fríos: unos frescos boquerones y esqueixada de bacalao de calidad excelente. Y luego vino la explosión de sabor: su exquisita tortilla con chistorra a la sidra con un sabor fuerte y a la vez dulce y albóndigas de ternera Strogonoff, ambos platos con unas salsas para mojar pan, ¡mucho pan!
Lo que más nos sorprendió fue un clásico muy bien conseguido: sus macarrones a la cardenal con salsa de tomate sabrosa y una carne exquisita -me atrevería a decir que igualan a los de mi abuela, ¡y eso es mucho!-. Y qué decir del postre, su original torrija de ensaimada, cubierta de caramelo, una bomba dulce de textura muy suave que estoy deseando repetir.
Sin duda volveremos para probar los platos con el sello del chef pero con un toque innovador: la tortilla con Cap i Pota, el Fricandó con espardenyes o el ragoût de sepias. Además, sus platos fuera de carta varían según la temporada. En definitiva, el Colmado Wilmot es aquel lugar al que, igual que a un Colmado de toda la vida, acudes cuando quieres algo bueno, con un precio razonable y sobretodo, de calidad.