Craun restaurant

“Cuando nos ponemos a cocinar, sabemos lo que hacemos, pero no a dónde nos llevará. Lo que sí tenemos claro es que cada vez que vengas a visitarnos te irás con una razón más para volver.”

Con esta declaración de intenciones nace Craun, una propuesta gastronómica catalano – francesa y con toques asiáticos y latinoamericanos basada en productos frescos y de temporada.

Craun cuenta con Diego Gámez como chef. Quién, tras trabajar en las cocinas de grandes nombres de la gastronomía como Lasarte, Pakta o Hisop, pone todo el conocimiento acumulado y sus orígenes gastronómicos (Venezuela, Colombia, Francia) al servicio de su nuevo proyecto. Junto a él, Víctor Riera como jefe de sala, quién también aporta una dilatada experiencia en locales de renombre como Hotel Majestic, Dry Martini, Ten’s de Jordi Cruz o Mextizo.

“Un listado de sorpresas emplatadas” así definen su carta.

En Craun puedes optar por el menú degustación – la mejor manera de conocerlos – y además tienes la opción de hacer el maridaje, el menú mediodía y la carta, y ahora también tienen disponibles diferentes menús de Navidad.

Dos aperitivos o declaraciones de intenciones dan inicio al menú degustación: alcachofa con manzana y apio; y crujiente de arroz, ventresca de atún, rocoto y maíz dulce.

Tras los aperitivos (inciso: no dejéis de probar su pan con aceite de arbequina 100% de primera prensa de la Cooperativa Molí del Canó de Alcarràs) llegan los entrantes, el primero: caballa, erizo y mantequilla noisette; este es uno de esos platos en los que no falta ni sobra nada, todos los ingredientes perfectamente ligados y como protagonista la caballa. En segundo lugar, el foie, coliflor, ceps y sumac.

Como principales dos propuestas: una primera de pescado y la segunda de carne. Merluza al vapor, berros de agua, puerros y alga codium; y paletilla de cordero con parmentier de patata y relish de pepino, un plato tradicional cocinado a baja temperatura, pero con el sello personal del encurtido.

Antes del postre, una bocanada de aire fresco: espuma helada de mandarina y albahaca.

El broche del menú: ceps y chocolate en texturas. Sí sí, como lo lees, ¡ceps! Una extraña combinación a primera vista que, tras probarlo, seguro que no dejas de soñar con ella.