Está considerada como la reina del tapeo español. Ha pasado de ser una tradicional receta de aprovechamiento de restos culinarios a estar en las cartas de todo restaurante viviente, los de alta cocina inclusive. Es más, hasta tiene su propio Día Internacional. Hablamos de la croqueta, esa diosa de la gastronomía española que a todos gusta y en Croquetea lo saben bien.
En pleno barrio valenciano de Ruzafa se encuentra Croquetea, un pequeño proyecto familiar que nace en 2013 y que se dedica a la elaboración exclusiva de croquetas caseras. ¿Solo croquetas? Sí, solo croquetas, ¡pero qué croquetas! Desde primera hora de la mañana, sus creadoras Mariola y Pepa, tía y sobrina, se dedican a cocinar de forma artesanal la masa que dará vida y forma a cientos de croquetas caseras listas para bolear, rebozar, freír, servir y degustar. Una a una.
Y ahora diréis que hacer unas croquetas no tiene demasiado misterio. Pues nada más lejos de la realidad, porque lograr la perfecta croqueta casera, con ese dorado crujiente por fuera y esa cremosidad interior que te hace hasta salivar, tiene su arte.
Un arte que dominan a la perfección Mariola y Pepa y que, de hecho, las diferencia del resto: la calidad de la materia prima, la amplísima variedad de ingredientes y versiones que ofrece su carta, su elaboración 100% artesanal tanto en el montaje, como en el rebozado, la fritura y el envasado. Todo lo hacen a mano, con un plus que a todos nos encanta: abrir la croqueta y distinguir con la vista los ingredientes que la componen. ¡Esto sí es una croqueta, croqueta!
¡Y hay que ver lo que da de sí el mundo croquetil! Entre sus cientos de variedades, podemos encontrar: desde las más tradicionales y solicitadas, como las croquetas de jamón o bacalao, hasta otras para todo tipo de gustos, colores y sabores: de foie, boletus y trufa; pollo al curry; pollo miel y limón; gorgonzola y nueces; queso azul y dátiles; berenjena y parmesano; pisto de verduras asadas; calabaza y gorgonzola; salmón y limón; etc.
Nos cuenta Mariola que gracias al proceso de congelado, las croquetas pueden aguantar perfectas durante un año entero, y a la hora de cocinarlas solo bastan 5 minutos. Dan mucho trabajo, sí, y por eso tía y sobrina ponen todo su empeño cada día para que el resto solo tengamos que disfrutarlas. Porque las croquetas son para disfrutar.
Sin aditivos ni conservantes, para pequeños y mayores, con opciones para celíacos y veganos, y elaboradas con productos 100% naturales, encargar tus croquetas en este joven proyecto familiar puede ser el perfecto aperitivo de cualquier mesa o celebración que se precie.
Pero si te consideras un digno chef croquetero, tienes la opción de llevártelas congeladas y freírlas tú mismo en casa. Aquí unos truquitos by Croquetea: calentar una sartén con abundante aceite, freír las croquetas directamente del congelador, darles vueltas hasta conseguir el tono dorado perfecto, retirar, escurrir, y a comer. ¡De nada!
Teléfono: 685 574 884/ 96 3815788
Horario: de lunes a viernes: de 10 a 14h y de 17 a 20:30h, sábados de 10 a 14h
Texto: Gemma Bargues
Fotos: Laura Torres