Restaurante Daily Gastrobar

En el Daily de Manuel Alonso, el Mediterráneo se cuela por todos los rincones: por las ventanas, en los reflejos, en la brisa que entra por las puertas… pero sobretodo, en sus platos. La orilla de la playa de Daimús de Valencia, a pocos pasos de las mesas, y la desbordante luz que lo inunda lo convierten en una especie de burbuja de eterno verano. El secreto, a parte de la ubicación, es que Manuel aprendió todo lo que sabe de un pequeño chiringuito familiar, y a día de hoy el Daily bebe de ese recuerdo infantil.

Ese “chiringuito puro y duro”, como él mismo dice, era un lugar sencillo con estructura de caña, donde la gente se traía su propia comida y se sentaba a tomar una cerveza. Quien conozca el restaurante con estrella Michelin que hoy ocupa su puesto, entenderá el duro y fructífero camino que ha recorrido Casa Manolo en los últimos años.

Pero quizás fue la nostalgia de aquel humilde chiringuito o la necesidad de recuperar esa familiaridad, esa inmediatez, esas frituritas, esos arroces servidos con la paella sobre la mesa… lo que hizo inevitable que en 2011 naciera el Daily Gastrobar. Un espacio, como su nombre indica, para todos los días, despojado de protocolo y con una calidad-precio imbatible.

Hoy el Daily cuenta con equipo e identidad propios, convertido en una barra frente al mar donde probar el mejor producto de lonja local combinado con la técnica, el recorrido y el “know how” de una cocina de estrella. ¡Ah! Y todo eso con un menú diario de 18€ entre semana y 20€ los fines de semana. Además el Daily forma parte de la campaña Restaurantes Contra el Hambre y hasta el 15 de noviembre se recaudarán 0.50€ del importe de cada menú para luchar contra la desnutrición infantil a través de la Acción Contra el Hambre.

La carta homenajea al recetario de “la terreta», coronando al producto local, pero siempre enriqueciéndolo con esa dosis de sorpresa que aporta el lenguaje universal de la cocina de autor. Un claro ejemplo es el platazo de sepionets de la subasta de Gandía a la plancha con piñones y salsa Kimchee, o la ensalada fresca de salmón con manzana verde y crujiente espinaca de Nueva Zelanda, que convierte la clásica tapa de ensaladilla en un divertido juego de texturas y matices.

Como no podía ser de otra manera los arroces, tanto tradicionales como más innovadores, invaden esta carta. Y como estamos con un pie en la arena de la playa, me quedo con un clásico marinero como es el arroz a banda, con gamba, chipirón y sepia. Todo un espectáculo.

Los pescados y carnes cocinados en Kamado con carbón de encina completan una oferta gastronómica redonda: la corvina con mantequilla de azafrán y espinacas bien merece un peregrinaje a Daimús. Para terminar, no te olvides de dejar un hueco para alguno de los preciosos y siempre divertidos postres de la cocina de Manuel, como el taco que, solo al probarlo, descubres que en realidad es tarta de manzana.

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