Nace en Barcelona hace 36 años y se cría en Viladecans. Actualmente es el Head Bartender de Balius. Pero antes de ello, dio unas cuantas vueltas hasta llegar hasta aquí. Después de pasar por sectores como la Aviación y el Turismo y de trabajar un par de años entre Oxford y Londres, haciendo un poco de todo en hostelería empieza a interesarse en el mundo de los destilados y en el Whisky particularmente. Su paso por el Hotel W le hizo crecer y valorar a su vez la posición que actualmente ejerce.
¿Cómo y cuándo te iniciaste en el mundo de la Coctelería?
Pues digamos que fue todo un compendio de circunstancias. Mi profesión para entonces, distaba mucho de la ejercida a día de hoy, conservando eso sí, el servicio al cliente como nexo en común. En uno de esos giros que da la vida aterricé en U.K. donde empecé a descubrir el maravilloso mundo de los destilados del cual quedé rápidamente prendado.
¿Recuerdas dónde tomaste tu primer cóctel? ¿Recuerdas cuál?
Seremos sinceros y dejaremos lo idílico para los cuentos. Seguramente sería algún mojito o similar en cualquiera de los chiringos de las playas de Casteldefells, los que frecuentaba en mi adolescencia.
Una vez consciente de la palabra «coctelería» , recuerdo mis primeros Gimlets en Boadas.
¿Quiénes son tus referentes nacionales detrás de la barra? ¿E internacionales? Háblanos de Barmans y Barmaids.
No tiendo a idolatrar o ser un acérrimo devoto de una persona o estilo en concreto. Me gusta transmitir mi manera de entender la coctelería, ni mejor ni peor que otras muchas . Valoro ante todo la humildad y el buen hacer de personajes que ejercen desde hace mucho tiempo detrás de barras como las del Dry Martini, Caribbean o Ideal. Cierto es que una nueva hornada de jóvenes talentos emerge desde hace unos años y la mezcla entre ambas generaciones está favoreciendo el auge de la coctelería en nuestro país. Y qué decir de la aportación femenina, como en muchas otras disciplinas o en el día a día, simplemente necesaria. Una visión distinta, meticulosa, artística, genuina de todo lo que nos rodea.
Fuera de nuestras fronteras cada país tiene su encanto y cada bartender su historia.
¿Cómo definirías tu estilo de coctelería?
Me gusta la antigua escuela de corte clásico y tragos con carácter, donde «menos es más». Aunque reconozco mi inquietud por el mundo gastronómico y sus técnicas, en los cuales encuentro la inspiración para desarrollar nuevas propuestas.
¿Cuál es tu trago favorito para tomar? ¿Y de preparar?
Clásicos con esencia como Old Fashioned, Sazerac o Bamboo Cocktail. A la hora de prepararlos, la liturgia que tras ellos esconde cócteles como los citados Sazerac, Old Fashioned o el mismísimo Absent Cocktail, me fascinan.
¿Qué es para ti tu oficio?
Una bonita herramienta para repartir amor en forma de tragos. Mantener la ancestral relación entre el Pueblo y la figura del tabernero, hoy en día algo más enaltecida, pero en su base, la de toda la vida. Resumiendo, un compendio entre el socializar, innovar, crear y disfrutar.
¿Qué cualidades tiene que tener un barman para ser completo?
Bajo mi punto de vista ante todo humildad. Querer aprender de todo y de todos. Reinventarse y regenerarse. Ganas de trabajar. Y sobre todo ser un gran anfitrión y hacer que las personas salgan de nuestro local habiendo disfrutado de una gran experiencia.
¿En qué te fijas para saber qué quiere beber tu cliente?
Suelo tirar más por el camino de la dialéctica. Pero cierto es que en ocasiones te puedes ver impulsado por los aires que desprenden algunos de los clientes al entrar por la puerta. En los primeros momentos es donde mejor se captan las decisiones instintivas. A partir de ahí, una vez ganada la confianza del tomador, cada detalle cuenta.
¿Qué libro de coctelería que hayas leído últimamente recomendarías?
Pues soy amante de los whiskies así que recomendaría muchos sobre este mundo, pero os dejaré un must sobre coctelería vanguardista, «The Cocktail Lab» de Tony Conigliaro.
Si tuvieras que decir solo una, ¿qué tendencia nos traerá el 2017?
Tendencias… persisten los clásicos, cada vez más inmersos en la fusión gastronómica. También sus versiones más vanguardistas y productos como el jerez y el whisky en sus diferentes vertientes vuelven a la carga.
Entrevista realizada por Mauri Jiménez
Fotos: Magdalena Puigserver