En el límite del madrileño barrio de Chueca se encuentra una de las coctelerías con más clase de toda la ciudad: Del Diego.
Hace 23 años, Fernando del Diego abrió la que actualmente es el referente por excelencia en Madrid. Maestría y sabiduría al equilibrar fórmulas, densidades y sabores se mezclan a la hora de crear el cocktail perfecto. Junto a sus hijos, Fernando y David, futuros herederos, complacen a una clientela de lo más variopinta entre la que se encuentran políticos, actores y actrices de la talla de George Clooney, Hugh Grant, Vigo Mortensen o Sandra Bullock. Un buen barman como Fernando sabe qué es lo que quiere el cliente, lo que le apetece, lo que le sentará bien como aperitivo o después de una gran comida. Es por ello que sus cocktails tienen el poder de ser el remedio a la necesidad del cliente. Como resultado, cada visita a Del Diego se convierte en una terapia para los sentidos que termina con una sensación de plena satisfacción.
Fernando aprendió el oficio a los 14 años de la mano de los grandes maestros de la escuela del Museo Chicote, donde ascendió, poco a poco, hasta llegar a encargado. Allí también fue donde la periodista María Vela lloró frente a él y este, para hacerla sentir mejor, creó un cocktail en honor a sus ojos azules; una bebida con ron, Curaçao azul y limón que todavía se mantiene en la carta. Del Diego abrió sus puertas en 1990 en un barrio donde no había apenas bares; tan sólo Bar Cock y Museo Chicote. Mucho ha cambiado el barrio de Chueca, que limita con la calle de la Reina. Aún así, en Del Diego se respira la misma elegancia desde su fundación. El equipo se dedica a mantener intacto cada rincón del local, que todavía conserva la decoración original. Esa misma meticulosidad se observa en todo lo que se lleva a cabo en Del Diego. Ver cómo los camareros ponen tu copa en la barra, sirven las mesas o te entregan la cuenta en una bandeja resulta tan perfecto y frágil como una coreografía de ballet. Es un espectáculo disfrutar de Fernando y sus hijos agitando la coctelera, revolviendo con la cuchara y calculando cantidades con el medidor, y todo con un increíble cuidado en cada uno de los movimientos necesarios para alcanzar la nitidez total. Eso es servicio, eso es calidad, eso es glamour. Y lo demás son tonterías.
Su carta no ha cambiado en los últimos 5 años. Clásicos como el Manhattan, Tom Collins, Dry Martini o Gin Fizz se mantienen. Aunque, también, son capaces de hacer sobre la marcha lo que tú les pidas. Y es que sugerencias o peticiones de este tipo han llevado a Fernando a llenar un cajón de la barra con servilletas, posavasos y papeles llenos de nuevas recetas. Seguramente, valga una millonada.
La materia prima es fundamental para Del Diego, que cuenta con más de 400 licores en sus estanterías. A Fernando le indigna que alguien sirva un cocktail mal elaborado porque hiere la profesionalidad que él ha alcanzado como barman a lo largo de su trayectoria. Sin embargo, la buena competencia no es algo que le importe; al contrario, le gusta saber que hay gente que hace las cosas bien. Es más, no se ofende porque ahora el término barman se reemplace en algunos casos por el de mixólogo; si se lo merecen, le parece bien todo lo que ensalce el nombre de su profesión.
En Del Diego –el templo de los cocktails en Madrid– aprenderás una lección de profesionalidad y clase que se ven reflejadas en su equipo y en todo lo que hacen. Fernando no entiende de modas, tan sólo de buen gusto, y es por eso que se convierte en un dios detrás de la barra.
DEL DIEGO
915233106
Abierto de 19:00 a 3:00 de lunes a jueves y hasta las 3:30, viernes y sábado. Cierra los domingos.
Precio medio: 10 a 12 euros
Texto y fotos: Paula Móvil.