A cualquier barcelonés le gustan esos días de planes por el Raval. Este barrio, lleno de cafeterías, bares, restaurantes, gente de lo más variopinta y todo tipo de oferta cultural, nos ofrece esta efervescencia que tan bien define la ciudad de Barcelona. En medio de este torbellino encontramos una callecita que es un remanso de paz, se llama Carrer de la Verge y es allí donde se sitúa Departure Coffee.
Aunque abrió hace sólo unos meses, los amantes del café ya lo tienen como una de sus referencias en Barcelona, así que si tú también lo eres, este es tu post. El interés por el café de calidad en la ciudad parece que va en aumento y los pioneros en ofrecer uno realmente bueno reúnen fuerzas para conseguirlo. Es por eso que en Departure Coffee reciben el café ya tostado de SlowMov, donde usan curvas de temperaturas específicas para potenciar las notas de sabores propias de cada grano. Nos aseguran que la mejor manera de degustarlo es con un café de filtro hecho en una cafetera Chemex que, por cierto, es una preciosidad. Además, el café hecho de esta manera tiene menos cafeína por lo que podemos beber mayores cantidades.
En Departure Coffee van cambiando la tipología del café, que siempre sirven junto a una hoja de cata en la que hay un breve texto con la procedencia y las características específicas de cada uno de los cafés. Por supuesto, para aquellos que prefieren mezclarlo con leche en la carta también encontramos todas las variedades ya conocidas: os recomendamos su Capuccino.
Entonces, ¿con qué acompañamos el café? Hay varias opciones tanto saladas como dulces. Tienen una muy buena selección de tostadas en la que puedes elegir una base y añades todos los ingredientes que te apetecen. La de aguacate, jamón serrano y queso es una maravilla y se nota que los productos que emplean son ecológicos y de proximidad. Si te sientes más atraído por el dulce, también tienen una amplia variedad de tartas y galletas y en las cuales siempre hay opciones para intolerantes o veganos. En nuestro caso probamos una tarta gluten-free de naranja, pistacho y almendra que no tenía nada que envidiar a los pasteles hechos con harinas tradicionales.
El local antiguamente era una carpintería y, tras transformarse en lo que es hoy en día, han querido mantener su esencia, reciclando la madera para crear el mobiliario, por ejemplo. En la puerta de entrada vemos un graffitti impactante y en las paredes hay siempre una exposición de algún artista gráfico que cambia cada tres semanas. En las redes sociales anuncian las inauguraciones y es un buen momento para conocer el lugar, ya que suelen acompañarlo con música en directo o Djs.
Carrer de la Verge 1, Barcelona
Horario: de martes a viernes 9:00h a 21:00h; sábados de 10:00h a 21:00h y domingos de 10:00h a 15:00h
Texto y Fotos: Alba Duque