A todos nos pasa que en algún momento del día nos entra el ansia viva de querer comer alguna «guarrada» como una pizza con doble de queso, o un donut relleno de chocolate con cobertura de chocolate y crumble de chocolate. Pues bien, os traemos una selección de sitios de Barcelona donde podéis comer esos «antojos» que tanto gustan, sin tener que recurrir a los típicos restaurantes fast food de la ciudad.
El local no es como otra panadería/pastelería más, porque nada más entrar, aparte del mostrador y una gran pizarra donde está escrito todo lo que ofrecen, te topas con un obrador totalmente abierto, donde trabajan Richard y su equipo. Su método es único y totalmente artesanal, ya que parten de una masa madre, y de ahí hacen diversas fermentaciones, según el producto que quieran obtener. Donuts con curry; o de frambuesa y lima; de manzana, arce y beicon; el típico de praliné de almendras con chocolate; o de miso, dulce de leche y avellanas. Las combinaciones de Richard son infinitas y nunca pasan desapercibidas. Pero si lo que prefieres son sabores salados, no te defraudarán los donuts con masa de eneldo, rellenos con queso Philadelphia con alcaparras, chalotas, eneldo, limón, y con salmón ahumado casero por encima; los de ensaladilla de pollo con melocotón y almendras; o los de pan con tomate, con una masa de tomate, una confitura de tomate, jamón curado y una pipeta con aceite de oliva…
Fotos: Beatriz Janer
En el bar hay únicamente tres mesas grandes en las que los clientes comparten espacio. El horno de leña y el área de trabajo del pizzero es visible desde ellas, así como la trasbarra que utilizan los camareros. Y como en el caso de la decoración, la oferta gastronómica también se reduce a unos básicos, 4 aperitivos, 3 ensaladas y 8 pizzas. La burrata, que en la carta es simplemente “burrata”, es en realidad stracciatella, el relleno de la burrata y es, también, simplemente deliciosa. Siguiendo con los aperitivos, en Parking Pizza sirven la bresaola acompañada de pequeños trozos de apio que aportan muchísima frescura al embutido. Y al llegar a las pizzas, cuesta decidir. Con una masa perfecta -ni extremadamente fina, ni demasiado gruesa- los ingredientes no podían ser menos: tomates asados con tomillo, pesto y hojas verdes; peperoni, tomate y flor de hinojo; sobrasada picante, taleggio y tomillo; solo por citar tres. Puedes acompañar todos estos platos de zumos naturales, y finalizar por todo lo alto con un riquísimo helado artesanal de avellana o pistacho entre otros.
Fotos: Cecilia Díaz Betz
Creps al Born se ha convertido en uno de los referentes no sólo en nuestra ciudad, sino también en el resto del país. Y es que este sitio, aparte de ser una coctelería espectacular, también es una buena crepería donde puedes combinar creps dulces y salados, cada uno más delicioso que el anterior. También es un espacio donde puedes tomar un brunch reconstituyente los domingos hasta las 16h, con zumos y smoothies naturales además de, por supuesto, sus especiales cócteles.
Fotos: Anika Stieling
Bro Barcelona, es un local acogedor y sencillo, con mesas compartidas y otras dobles, donde hacen bocadillos típicos argentinos y hamburguesas. Las hamburguesas son artesanales, hechas con diferentes tipos de carne que les llega de Girona y Galicia, y aliñadas con una receta secreta, que les proporciona su particular toque “bro”. El pan de coca también es artesanal, las salsas homemade, y los demás ingredientes, de una altísima calidad. Sus hamburguesas estrella son la “Bro”, con 200 g. de carne de ternera, lechuga, tomate, cebolla caramelizada, bacón y queso; o la “mexicana” con 200 g. de carne, lechuga, cebolla, tomate, nachos, guacamole y chile chipotle. Aunque también ofrecen otras como la hamburguesa Provolone, la de Queso de Cabra, la Jack Daniel’s burguer, la clásica Cheeseburguer o la Big Bro (que es como la Bro pero con el doble de carne).
Fotos: Anika Stieling
Cinco generaciones -todos llamados Tomás Sirvent- son las que avalan esta conocida heladería y horchatería. Una barra de helados infinita, granizados, horchata, leche merengada, tartas de todo tipo y bollería son sus sellos de identidad. Todo preparado al momento en su obrador abierto instalado en el mismo local. Un lugar apetecible y acogedor para ir a cualquier hora del día: un buen café acompañado de alguno de sus 6 tipos de croissant: de piña, coco y ron, de tiramisú, con crema de chocolate, de frambuesa y lichis o de mermelada de griotte con crema gianduja. Un almuerzo ligero para comer un sándwich de pastrami (sí, también tienen salado), un helado a media tarde o un trozo de tarta para compartir en la merienda, que tardarás en elegir pegado cuál niño pequeño en la vitrina de cristal.
Fotos: Beatriz Janer