Un atractivo gran desconocido. Esta es la realidad del pastrami en España. A todo el mundo le suena su nombre y todos recuerdan una película donde… una pelicula en la que… «cuando Harry encontró a»… Pero, ¿qué es realmente el pastrami? Y sobretodo ¿Dónde y cómo se puede comer en Madrid? Este delicioso fiambre, elaborado con carne roja especiada y ahumada es un producto que nos llega de la tradición de los delis judíos de Norteamérica. La imagen del pastrami sin cortar es puro “Food Porn” de piel morena quemada y un interior rojizo que llama al apareo con la lengua. Su gusto es amargo y permanece en la boca, es sofisticado y aterciopelado, un sabor que no cansa y apasiona.
La forma más común de comerlo es en sandwich y ya adelantamos que en Madrid no es fácil encontrar. Aquí empieza nuestro Informe pastrami Madrid:
01. Dray Martina
En este café-restaurante del barrio de Chueca preparan un delicioso sandwich de pastrami inspirado en el clásico americano preparado con pepinillos, cebolla caramelizada y mostaza al que acompañan con un cucurucho de patatas fritas a las que puedes añadir varias salsas. Pepe Roch, chef del Dray, descubrió este clásico americano tras una noche de fiesta en Chicago donde, hambriento, acabó en el típico deli donde pidió un sandwich de pastrami del que se enamoró. Por supuesto a su vuelta a Madrid no podía dejar de incorporarlo a la carta de su restaurante. Gran acierto.
Foto: Marcos Ortiz
02. Magasand
Dentro de una carta especializada en bocadillos se pueden encontrar a nuestro protagonista del día en dos versiones: el Manhattan Raban (queso de cabra, cebolla caramelizada y salsa de rábano picante y lechuga) y una variante con aguacate. Lo puedes pedir en bagel o en mollete, lo cual puede ocasionar un poco de desastre a la hora de comerlo, pero su sabor vale tanto la pena que da igual que el de al lado se quede mirando.
Travesía de San Mateo, 16 / Calle de Columela, 4
03. Ferpal
Si hay una charcutería por excelencia en el centro de Madrid es Ferpal. Famosa entre turistas que no pueden evitar acercarse a cotillear esas patas de jamón que sudan grasa (de la buena) y sabor por los costados. Así como por esos rellenos para sandwiches, los más cotizados desde los años setenta entre las madres y abuelas para picnics, desayunos y meriendas. Los favoritos suelen el de puerros con jamón o de roquefort con nueces, pero un extranjero se cuela ganándose un lugar en nuestra lista. En esta delicatessen castiza se puede comprar el pastrami loncheado para llevar a casa o pedir un medio sandwich estupendo aderezado con salsa rosa y pepinillo y muy barato -no llega a un euro-.
04. Do It Yourself con Jesús del Mercado de Antón Martín
Hay muchos mercados donde puedes comprar pastrami, llevártelo a casa y guisarte el bocadillo a tu gusto. Un perfecto ejemplo está dentro de uno de los mercados que aún mantienen el encanto de ser «de toda la vida» y la modernidad de puestos emergentes en los que se busca ofrecer algo diferente. Como por ejemplo, el Mercado de Antón Martín. Es allí donde Jesús Rodríguez, el charcutero más especial con el que te toparás en el barrio, tiene un estupendo producto que no puede pasar desapercibido (como su legendario gorro). Eso sí, avisamos desde ya que el precio de este fiambre no es precisamente barato, pero, ¿acaso el buen jamón es asequible?
Poco a poco la oferta va creciendo en la capital, por lo que hay que recordar que esta no es una lista definitiva, es tan solo una sugerencia de imprescindibles. Todavía no hay un Pastrami Queen, un Katzs o un Jay and Lloyd’s Kosher Deli… pero tiempo al tiempo, Madrid nunca dice que no a nada.
Texto: Ulises Lima