El ritmo no para. Por lo menos no en el mundo del comer. Requiere mucho tiempo, ganas y una constante atención a todo nuevo tweet y like para dar con los sitios que de verdad merecen una visita y nuestro dinero. Es por eso que ya resulta de lo más cómodo dejar pasar las modas, dejar que todos vayan en tromba y lo prueben todo antes que nosotros y dejar atrás el complejo de bloguera en casa junto al FOMO de todos los días. Que te lo digan, que te lo cuenten… ¡qué mas da! Así, después de que pase la fiebre, baje la marea y se relajen las aguas, seas capaz de escoger entre tanta oferta, puedas comparar opiniones, contrastar reseñas y hacer lo que te venga la real gana. O, por el contrario, tirar de ese largo y ancho listado de clásicos que nunca fallan. Las modas, para los modernos.
Un clásico de clásicos que nunca se digna a quedarnos mal, la coctelería Dry Martini de Javier de las Muelas, uno de los pocos referentes de la coctelería en Madrid. «Desde que abrió en octubre de 2010, nuestra coctelería se ha dedicado a fomentar la cultura del servicio, la calidad de los cocktails y del (buen) trato al cliente. Más que vender cocktails, vendemos experiencias,» cuenta Ricardo del Ama, uno de los barmans que siempre están detrás de la barra de Dry Martini, listo para hacer tus sueños líquidos realidad. Como su nombre indica, la joya de esta casa es el deseado Dry Martini, el cocktail capaz de poner en evidencia la destreza de la persona que se atreve a elaborarlo. Porque los ingredientes de un Dry Martini no son más que vermut y ginebra, pero basta con que no tengas «mano» en el asunto o ignores los pasos para su elaboración para que se te vea el plumero. Pero eso aquí no pasa, porque es pisar este bar y querer que el mundo se detenga para que todo coctelero sobre la faz de esta tierra reciba una masterclass de la mano de los que se encuentran detrás de la barra.
«La cadena Dry Martini, nació en Barcelona en 1978 de la mano de Pere Carbonell y está ahora regentada por Javier de las Muelas. Desde el primer día, el cocktail Dry Martini se sirve, como dice Javier, con su respectiva liturgia y se elabora de una manera un poco peculiar», cuenta del Ama. Para entender esta declaración primero hay que tener en cuenta que de los 14 metros que componen la barra de este establecimiento, 3 se reservan única y exclusivamente a este cocktail en particular. «También tenemos un contador donde vamos apuntando cada uno de los que vamos vendiendo». ¿Sus ingredientes? «Primero congelamos las botellas de ginebra para facilitar que la temperatura del cocktail sea la adecuada. Luego se enfría el vaso mezclador, se elimina el exceso de hielo, se vierte la ginebra, unas gotas de vermut y se remueve de 10 a 15 segundos (no más)», nos confiesan. Eso sí, si buscas imitar esta receta en casa ten en cuenta que el vermut no se tira (muchas recetas piden que el vermut se use nada más para aromatizar la copa) y que se vierte antes de la ginebra para que mezclarse bien con el hielo.
Pero no todo va a ser clásicos en el reino de la cadena Dry Martini, porque desde que abrió, la innovación ha sido su insignia con la invención de Dry Marini frappé, infusionados y congelados a -26 grados, o los Spoon Martini (una especie de jello shot en versión 2.0), la colección Exotik (que incluía bebidas como el Carnyvore en el que la pimienta Sichuan hace las suyas atacando las papilas gustativas o el Oyster Martini), mermeladas como ingredientes esenciales de la coctelería o Mojitos (mucho, mucho antes de que empezaran a convertirse en la bebida oficial de La Latina). Si en cambio eres de los que el Gin Tonic aún te trae de cabeza, aquí se han asegurado de que tenerlo disponible, eso sí, mezclado con un clásico en el Jim-Let Fox-Trot, el segundo hit de ventas de la casa compuesto por un granizado de Gimlet servido con tónica en la parte inferior de la copa (de sidra). Además, para darle la bienvenida al otoño, acaban de estrenar cinco elaboraciones inspiradas en los aromas, colores y sabores de la temporada, todos compuestos por productos como la calabaza, las castañas, la miel, las trufas, los frutos rojos o las flores comestibles con el October Song, hecho con vodka infusionado con manzanilla, zumo de lima y manzana; el Otoñal, con ron, sirope de mandarina, puré de calabaza, zumo de limón y notas de miel; el Rainy Days de whisky, mermelada de higos, zumo de manzana y licor de pera; el Fallen Leaves, con Martini, puré de granada, pisco peruano y zumo de arándanos; o el Dulce de Castaña, con Calvados, helado de avellana y puré de castañas.
Nadie puede afirmar de que Madrid sea la reina del cocktail, ni de lejos… pero con sitios como Dry Martini apoyando la moción, estamos cada vez más cerca del triunfo. Y mientras llega, habrá que seguir bebiendo para que sea posible. ¡Salud!
Calle de Hermosilla, 2. Madrid 28001
Horario: de lunes a jueves de 10 a 1h. Viernes y sábados de 10 a 2h y domingos de 10 a 24h.
Teléfono: 914 316 7 00
Texto: Paula Móvil
Fotos: Borja Llobregat