Diseñadora de moda, Vega, se interesó muy pronto por la estampación, la parte más gráfica y visual del textil. Trabajó como diseñadora gráfica pero su inquietud hacia la estampación, siempre muy presente en ella, hizo que decidiera lanzarse al mundo freelance centrándose básicamente en este ámbito, además de realizar trabajos de coolhunting en tema gráfico para moda.
De la moda a la estampación y de la estampación a la comida. ¿O viene antes la comida? Vega, inquieta también por la gastronomía desde pequeña (posiblemente, dice ella, por influencia de su familia), crea la cuenta de Instagram Eating Patterns.
Disfrutando desde siempre de la buena comida tanto en familia como con amigos, le encanta descubrir restaurantes y probar los platos locales cuando viaja. Eso la ha ido llevando a cocinar cada vez más en casa, en el día a día y en reuniones con amigos, fiestas y demás. “Siempre pongo especial dedicación a la estética y presentación de los platos, me gusta hacer cosas originales, divertidas y diseñar menús en torno a un tema. Intento darle sentido a los platos que hago, que estén pensados para la ocasión, la época del año o la persona para la que se organiza una fiesta. Soy la típica que en una cena navideña traería un hojaldre en forma de corona de muérdago o algo así”.
Vega aplica su intuición estética, necesaria en el diseño, al resto de su vida: “a cómo me visto, cómo decoro mi casa y también a cómo presento los platos que hago. Un compañero del coworking me lo definió hace poco como «querer una vida de cosas bonitas», creo que lo expresa bastante bien”, cuenta.
Eating Patterns surge de la necesidad de compartir su pasión por la cocina y le resultó más interesante hacerlo vinculándolo a su propio campo profesional, justo en el ámbito en el que siente con más seguridad y experiencia. “La primera idea fue hacer un fanzine de recetas ilustrado con estampados míos, pero me di cuenta de que crear las composiciones con elementos reales tenía mucha más fuerza y era más directo. Se me ocurrían tantas ideas que al final opté por ir subiéndolas a una cuenta de Instagram y ver qué pasaba; en parte es una forma de compartir mis recetas día a día como en un blog”.
¿Y por qué Eating Patterns?
El proyecto se llama Eating Patterns porque me gusta el doble sentido entre su significado como término de nutrición «patrones alimenticios» y entre «comer patterns», que es una forma de decir estampados en inglés.
De momento está teniendo buena repercusión y yo disfruto mucho haciéndolo, poco a poco se verá hacia dónde va. Me gustaría en algún momento hacer algunos de los estampados en tejido, para menaje de cocina por ejemplo y en un futuro me encantaría un libro de recetas Eating Patterns. También se me están abriendo puertas a proyectos diferentes de lo que he hecho hasta ahora, por ejemplo estoy desarrollando una idea de catering conceptual para eventos con mi compañera de coworking Ainara Murillo de Curatingfood.
¿De dónde sacas tus recetas, dónde las aprendes?
Suelo pensar primero en un producto, porque lo veo en el mercado o es de temporada, y luego busco en Pinterest ideas de recetas, algunas veces llamo a mi madre para saber cómo la haría ella. También me inspiran ideas que veo en cuentas de Instagram de chefs o food bloggers, sobretodo en lo que se refiere al emplatado y la presentación, creo que las propuestas de este tipo en las redes sociales son cada vez más interesantes.
Y suelo cocinar a diario, para mi y para mi novio que es mi mejor crítico aunque cero imparcial ¡porque todo lo que le hago dice que es lo mejor que ha probado hasta la fecha! También invito gente a casa habitualmente, tanto para cenas informales como para ocasiones especiales, además desde hace años soy la encargada de los pasteles de cumpleaños allá donde vaya, ¡no sé si es mi plato estrella pero si el más solicitado!
Un lugar para viajar y un recuerdo gastronómico a su alrededor
Mallorca, de donde es mi madre, y mojar Quelis en el fondo que queda del trempó (una ensalada típica de ahí).
Un plato de tu infancia que recuerdes especialmente
El gazpacho, que una sopa fuera fría me alucinaba.
Un país inspirador gastronómicamente
Es un tópico pero Japón, me parece una cocina conceptualmente muy honesta, prima el producto y el menos es más. Al mismo tiempo es muy estética.
Un plato
Un plato de casa, el arroz con acelgas y sardinas de mi madre. Un plato de fuera, el ceviche de corvina con leche de tigre de masato, que probé hace poco en el restaurante Pakta.
Un producto
El pescado y todo lo que venga del mar.
Un trago
El bloody Mary, a poder ser el de Dalston Superstore en Londres.
Un ingrediente
La lima o el limón, se lo pongo a todo.
Si nos invitaras a cenar a tu casa, ¿qué nos cocinarías?
Repetiría el antipasti que hice para el cumpleaños de mi novio Marco que es italiano, Aperol Spritz, un poco de scamorza, bresaola, algunos encurtidos y brochetas de ensalada capresse. Y de segundo tacos de pescado con lubina, col lombarda, aguacate y cilantro. De postre, salami de chocolate blanco y té matcha.
Un restaurante
Un restaurante coreano en Consell de Cent que se llama Sam Bu Ja, es un sitio muy humilde de cocina casera, está todo buenísimo y el personal y la dueña son maravillosos.
Un cacharro
La mandolina.
Un truco
Poner plátano en vez de mantequilla en las bases de galleta de los cheesecakes.