Las modas gastronómicas están en constante cambio, un día está de moda la comida mexicana, otro la peruana y al siguiente la hawaiana. Se ha observado que el número de búsquedas en internet de comida filipina desde 2012 a 2017 se había duplicado. Clara señal de que el interés por su gastronomía había crecido. Por eso podemos decir que la comida de origen filipina podría tomar gran importancia a partir de ahora.
No es una cocina muy conocida que digamos, pero creemos que adoptará cada vez más importancia en nuestro país, y podremos encontrarla más fácilmente. Se trata de una cocina muy mimada que se basa en el consumo de producto local, combinado con especias y hierbas provenientes del sudeste asiático. La base de sus comidas es el arroz, y es que como en muchas otras culturas asiáticas, el arroz es sagrado para ellos. Lo consumen al menos 3 veces al día, en los desayunos, comidas y cenas, lo que nos hace entender que tendrá gran presencia en la mayoría de sus platos. Además elaboran guisos muy parecidos a los españoles, ya que se trata de una cultura que ha adoptado las costumbres y tradiciones del legado que dejaron los españoles durante su colonización, lo que nos hace suponer que los paladares de nuestro país estarían preparados para consumirlos.
Utilizan muchas verduras, pescados y frutas tropicales. Algunos platos típicos de su gastronomía son el sinigang, la sopa más típica de Filipinas. Su base puede ser de cerdo, pollo, pescado o marisco, además de verduras, lima y tamarindo, que le aportarán ese sabor ácido tan característico. Se le puede añadir chili para darle un toque picante, y por supuesto se acompaña de arroz. El Pancit Palabok, muy parecido a los yakisoba (fideos fritos). El Sísig, un plato elaborado con morro, oreja y lengua de cerdo. Y por último, el suman, un pastel de arroz cocido en leche de coco envuelto en hojas de plátano, que suele comerse con azúcar espolvoreado.
Texto: Elena Olaran
Fotos: Creative Commons