Restaurante El Bala

Érase una vez un hombre llamado Eulogio al que le chiflaba viajar y vivir mil aventuras. Un día, con el objetivo de cumplir su sueño, decidió unirse al circo Las Maravillas, circo que le convertiría en el Hombre Bala. Durante años tuvo la vida que él deseaba y en una de sus aventuras llegó a Hawai, donde conoció a las dos gemelas de las que se enamoró locamente, y de las que nunca más se pudo separar. Allí vivió feliz, hasta que llegó el día en el que quiso cambiar su estilo de vida: decidió, en compañía de sus dos esposas, poner fin a su vida de circo y trasladarse a Barcelona para crear un restaurante con el que poder compartir su filosofía y conocimientos a través de la gastronomía.

Esta es la historia del restaurante El Bala, un cuento en el que el Hombre Bala resulta ser el alter-ego de Damián, uno de sus creadores junto a Rajnish y Jesús. Cuando cruzas la puerta del local, parece que entras directamente en el cuento: lo primero que ves es una ilustración de las gemelas hawaianas y mires donde mires encuentras un rincón especial, con unos colores vibrantes que te sumergen en un ambiente divertido y acogedor.

En su carta flexitariana se refleja esta filosofía viajera de El Bala, y es adaptable a todo el mundo: desde vegetarianos hasta carnívoros, para venir solo o con amigos. Puedes escoger entre su menú diario, pero si prefieres comer de la carta, prepárate para degustar las combinaciones de verduras más sabrosas y coloridas que te puedas imaginar. La presentación de los platos es increíble y lo apreciarás en platos como el Trío de Hummus, acompañado de chips de quinoa y garbanzos, o el Arroz integral con verduras salteadas y salsa de curry tailandés casero. ¡Están riquísimos!

Puedes continuar con el tiernísimo pulpo con puré de boniato, mayonesa vegetal de wasabi y aceituna negra. Por otro lado, tanto sus carnes como pescados están elaborados al horno de carbón Josper, con el que también preparan verduras, como los Gajos de Celeri con queso de cabra y limoneta de pimienta.

Cuando termines con la carta principal y te adentres en la de postres verás que todos son artesanos y tienen un toque creativo como su estrella de la corona, el Vaso de Coco y Zanahoría, suave, ligero y sin azúcares añadidos.

Todos sus productos son cercanos, de temporada y de calidad, por eso su carta de vinos no podía romper con la harmonía del lugar. La carta está del revés -tranquilo, no se han equivocado, solo quieren asegurarse de que leas la historia que hay detrás de cada una de las selecciones de vinos-. Se trata de una carta que varía según la persona que la escribe, teniendo en cuenta sus gustos y vinos preferidos, siempre vinculados al recuerdo personal, para maridar con cariño todos tus platos.

En El Bala todo está vinculado a la historia del hombre Bala y su personalidad cañera, divertida y muy familiar.