El Chiringuito del Señor Martín

El chiringuito es un oasis de paz que no podemos obviar cada verano. Intentamos saciar nuestras ganas con las terrazas urbanas y engañarnos a nosotros mismos pero no señor, no es lo mismo. Falta el pescadito, falta el tinto de verano y esos espetos cocinados con el sudor de un hombre, que digo un hombre, un macho man. Madrid escasea en chiringuitos al aire libre, pero sí que hay un sitio que hace todo lo posible por rendirle un honorable tributo al mundo espetero y marinero. Allí es donde entra El Señor Martín, uno de los puestos más demandados del Mercado de San Miguel, no solo por su envidiable exposición de pescado fresco si no también por tener uno de los mejores productos del recinto: los cucuruchos de pescado frito. Ahora, es posible degustarlos sentados, ampliar la carta y comer con tranquilidad y sin tumultos en un restaurante en pleno centro bajo el nombre de El Chringuito del Señor Martín.

La temática es la misma: pescado y marisco fresco de temporada: carabineros, percebes, berberechos, ostras, chipirones… No faltan los famosísimos cucuruchos de calamares (de los de verdad) y de boquerones, rebozados con una mezcla de harina de trigo y de garbanzos y fritos en aceite de oliva virgen extra que se cambia dos veces al día. Escuchasteis bien, dos.

Raro es encontrar un sitio en medio de la calle Mayor que se preocupe por lo que sirve y cómo lo sirve y el Chiringuito nos hace recobrar la confianza en los alrededores de la Puerta del Sol. Lo bueno es que no está todo reservado al pescaito sino que también hay hueco para una Hamburguesa de mar con taco de atún gaditano, Tartar, Rodaballo a la plancha y una ensaladilla rusa más que recomendable. Las cristaleras que dan a la cocina te dejan ver cada movimiento de los cocineros son una seña de confianza y un punto a favor para demostrarnos que lo bueno es digno de ser admirado… y saboreado.