El Huerto de Lucas es la historia de Pilar Muñoz Calero y de cómo dar la vuelta a una enfermedad para convertirla en una oportunidad. Pilar, doctora especializada en pediatría, neonatología y estomatología, hace 20 años fue diagnosticada de sensibilidad química múltiple. La sensibilidad química múltiple es algo complicado y difícil de llevar; es una reacción adversa del organismo a químicos tóxicos encontrados en el aire, agua y alimentos (productos de limpieza, colonias, jabones no naturales, comida no orgánica, pinturas… prácticamente todo lo que tenemos en el entorno). Antes de llegar a un diagnóstico definitivo, pasó mucho tiempo encontrándose mal y sin encontrar una solución, a pesar de su profesión y experiencia. Fue en EUA donde finalmente dio con el nombre a lo que le pasaba y con un tratamiento. A su vuelta a España pasó 3 años encerrada en casa porque todo le perjudicaba y, sin la menor intención de quedarse de brazos cruzados, aprovechó ese tiempo para formarse en medicina ambiental.
Fue por su situación personal y experiencia por lo que decidió crear El Huerto de Lucas: un espacio (supermercado, cantina y cafetería) 100% ecológico y 100% libre de tóxicos. Esto significa que los materiales con que se ha construido el espacio (una antigua panificadora) no emiten tóxicos: pinturas al agua, mesas que se han hecho a base de palés antiguos reciclados, lucernario con plantas purificadoras de aire, agua del grifo purificada (para servir pero también para cocinar), detergentes y productos de limpieza naturales… todo, absolutamente todo, está hecho con materiales ecológicos libres de tóxicos.
Al frente del proyecto está Paloma Villaamil, la hija de Pilar, que asumió la dirección en diciembre de 2014 (El Huerto de Lucas inauguró en junio de ese año) y no ha parado de crecer y consolidarse. ¿Su objetivo? Normalizar lo ecológico y concienciar a la población de la importancia que tiene, de ahí que tengan restaurante, cafetería, supermercado y que hagan actividades como conciertos, charlas, talleres, show-cooking y eventos privados; toda divulgación y sensibilización es poca.
En la carta hay opciones para todos los gustos, todas debidamente indicadas: propuestas vegetarianas, veganas, sin gluten, pero también carnívoras, como la hamburguesa 100% de ternera ecológica, que es uno de los platos que más triunfa. Destacan también los falsos fideos de calabacín con salsa pesto o el ceviche de lubina, ambos exquisitos. Las chips de boniato son sorprendentes y altamente recomendables y la tarta de zanahoria, el postre estrella. Es una cocina sencilla con un twist creativo, atemporal, aunque se ajusta a los productos propios de cada estación y se nutre de lo que venden en el supermercado.
Abren de lunes a domingo, de 10h a 24h, ininterrumpidamente (el domingo tienen un horario más reducido) y la cocina está siempre abierta, así que se puede desayunar, almorzar, merendar y/o cenar. Los domingos, además, es día de brunch.
En El Huerto de Lucas la frase de Hipócrates “que tu medicina sea tu alimento y el alimento, tu medicina” cobra su máximo sentido y es la frase que mueve el proyecto. No es porque lo ecológico esté de moda, no es porque sea una oportunidad de negocio… es porque otra forma de vida no es concebible.
Calle San Lucas, 13. 28004, Madrid
Horario: de lunes a sábado, de 10h a 24h (lunes y martes cerrado noches); domingos de 11h a 17h
Texto y Fotos: Anna Codorníu