¿Cuántas veces has oído aquello de que un restaurante es “mucho más que un restaurante” y que en él vivirás una “experiencia gastronómica única”? Aunque pueda parecerte un postureo o algo propio de los Estrella Michelín, no es nada de eso. Nos referimos a esos restaurantes a los que llegas sin altas pretensiones, y de repente, sus platos, su ambiente, su gente, su rollo… te eclipsan y te llevan a otro planeta, incluso a otra órbita. Bienvenidos al Observatorio.
El Observatorio es el “mucho más que un restaurante” por excelencia de Patraix, céntrico barrio de Valencia. Y lo es de verdad, desde que abrió hace a penas medio año. Para su creador, –enseguida os lo presento, se llama Sergio- el Observatorio bien podría considerarse un espacio donde inspirarse, crear y diseñar cada día nuevos platos y nuevos ambientes.
Sergio es el mayor de la familia Mendoza, ya propietaria del restaurante El Astrónomo, también en Valencia. Es diseñador, pero siempre ha estado tan cerca de los fogones que terminó cayendo rendido a los encantos del mundo de la hostelería. Eso sí, la suya propia y dejando claro que su vocación por el diseño sería el ingrediente estrella de su restaurante.
Como un lienzo en blanco, Sergio ha innovado siempre para sorprender al comensal con nuevos platos y nuevos ambientes. “Es lo bonito de aplicar el diseño a un restaurante, un espacio que te permite crear cada día una atmósfera diferente”, nos cuenta. Una atmósfera que también se refleja en la carta, creada desde sus inicios por el cocinero peruano Richi Goachet, y capitaneada ahora por el chef Nico Valverde.
La carta del Observatorio es ágil, sencilla y sin pretensiones estratosféricas. Cumple con nota la promesa de conservar muchos de los sabores más tradicionales de la cocina valenciana, pero sorprende con otros originarios de la cocina peruana, nikkei, asiática y de otros lares del mundo.
¿Ejemplos? Causa limeña con relleno de atún picante; figatells de sepia en pan bao; ensaladilla de anguila ahumada y mayonesa de all i pebre en cucuruchos de wanton frito; ceviche de corvina con aguacate y mango; pisco sour y yayos como bebidas que te sorprenderán; y el broche dulce: sorbete de limón con hierbaluisa y fresa liofilizada. No olvidemos el arroz a la cubana reinterpretado, que volvió por petición popular.
El Observatorio transmite un fuerte sentimiento de pertenencia, pero al mismo tiempo demuestra ese avance de los nuevos tiempos culinarios donde cocineros y creativos como Sergio conviven, viven y dan vida a espacios especiales -y espaciales- como es El Observatorio. Como seña, se mantuvo el antiguo rótulo exterior “Droguería Muñoz”, una de las pocas que sobrevivían en el barrio.
Por cierto, dos curiosidades que nos cuenta Sergio: resulta que Jerónimo Muñoz fue un destacado astrónomo valenciano que ahora da nombre a la calle donde se ubica El Observatorio. Y dos: abrieron en luna llena y, desde entonces, celebran cada luna llena como un aniversario por todo lo alto. ¿Te animas a probarlo? El Observatorio te conquistará hasta las estrellas, y más allá.
Carrer de Jeroni Munyós, 15, València
Horario: Lunes a Jueves: 10:00 – 01:00, Viernes y Sábado: 10:00 – 01:30, Domingos: Cerrado
Texto: Gemma Bargues
Fotos: Laura Torres