Ya puede ser esta una primavera extraña en Barcelona, nublada y lluviosa, pero el sol siempre brilla sobre El Villa, como si lo hubieran colocado sobre un imaginario mapa del tiempo del barrio de Gracia, justo encima de la calle Martínez de la Rosa. De la misma manera a como lo hace cada verano sobre el mapa meteorológico de Andalucía.
La historia de este local marinero regentado por Toni y Diana empieza en la soleada costa almeriense. El Villa no es solo el bar que encontraréis en Barcelona, es también el barco con el que la familia de Toni sale a faenar cada día en Almería. Desde su bisabuelo hasta la actualidad, Toni es el único que no ha seguido dedicándose a la pesca, pero es aquí, a 800 kilómetros de distancia, donde su vida no puede estar más unida a la de ellos. El Villa es todo un homenaje a la familia de Toni y su barco -mirad si no el pequeño altar que le han dedicado en una vitrina de la sala-, pero también es toda una declaración de intenciones sobre la búsqueda del buen producto del mar: conservas, ahumados, salazones y otras deliciosas tapas que distan mucho de las frituras que impregnan muchos chiringuitos de la costa nacional. Fue también en Almería donde Toni y Diana se conocieron, “haciendo tapillas en la Feria”, matizan. Ha sido cuestión de tiempo que pasaran de un lado a otro de la barra, para empezar juntos un proyecto que aúna la tradición catalana del vermut con Andalucía y los mejores frutos del mar.
Todo aquí gira entorno al mundo marinero: un chubasquero amarillo y unas botas de pesca te reciben en la entrada, el humilde y sencillo papel de pescadería es el que cubre las mesas de espléndido mármol blanco -de Macael, Almería-, el corcho está presente en paredes y techo, y una pared con un enorme ojo de buey es la encargada de marcar el inicio de barra. Muchos de estos elementos se los deben al estudio de arquitectura AMOO, que fueron los responsables de realizar la reforma del precioso local -seleccionado a los premios FAD-. En El Villa todo cuenta una historia, como la de sus platos: Marraná de pulpo como la que preparan los pescadores en la costa andaluza; excelentes boquerones en vinagre pescados por los hermanos de Toni con el mismísimo barco El Villa en Almería; delicioso ajoblanco que no se degusta en formato sopa sino untando picos de pan; crujientes tostas con palometa roja y tomate, con pez espada y salmorejo, con ahumados y guacamole, con sardinillas picantes… Historia a la que es difícil ponerle un punto final mirando la carta.
Como nos indica Diana, hay que romper con los horarios habituales en los se acostumbra a tomar el vermut en Cataluña, porque para poder disfrutar de ese trago dulce existen multitud de buenos momentos, sin estar estos reservados en exclusiva a la franja del mediodía. Tantos momentos como acompañamientos posibles, por esa razón en El Villa amplían la gama de los productos “típicos” que suelen presentarse junto al vermut. En su carta encontraréis infinidad de tipos de anchoas, latas de conserva de primera -del vecino Ego Galego-, ahumados como el salmón o el carpaccio de gamba roja, salazones como el bonito seco, la mojama, el pulpo seco, y huevas de maruca, mújol o atún, siendo estas para paladares más atrevidos.
A El Villa uno llega para vivir la experiencia completa que han creado estos dos apasionados de Andalucía, del mar y del flamenco. Tal vez te topes con un concierto en vivo de guitarra flamenca mientras echas mano a unos boquerones que escasas horas antes aún nadaban por Almería. Y tal vez un día tengas un fino en los labios mientras piensas, como ya hizo una clienta antes, que ir a El Villa es “como estar de vacaciones”.
Martínez de la Rosa, 27, 08012 Barcelona
Teléfono: 34 93 833 64 79
Horario: miércoles a jueves de 19:00 a 00:00, viernes de 19:00 a 02:00, sábado de 12:00 a 02:00, domingo de 12:00 a 16:00
Texto: Gemma García
Fotos: Anel González