A errores de imprenta y luctuosos hechos debe Elhecho su nombre. No es que nosotros nos hayamos “comido” un espacio o que no sepamos escribir la palabra, sino que una serie de curiosas casualidades han acabado dando a este rincón de la madrileña calle de las Huertas su peculiar nombre.
Este esquinazo castizo lleva suministrando mojitos, daiquiris y otra buena cantidad de cócteles clásicos a madrileños y turistas desde 1980. Más de tres décadas de historia en las que se ha visto crecer a la ciudad, a los hijos de ésta y a los hijos de los hijos de ésta, los cuales aún pueblan hoy sus mesas, se hacen fotos con el legendario caballito de madera y siguen acudiendo aquí en busca de una buena tertulia y una mejor copa.
Responsables de este arte desde hace tiempo son Félix, el actual encargado del local, y Lola, una de las cocteleras más veteranas de la sala, la cual es una eminencia en el arte del mojito -el clásico: con azúcar y ron blanco cubano, sin maltratar a la hierbabuena, sin utilizar hielo pilé y rellenado con agua con gas– o el daiquiri, similar al mojito pero con sus pequeñas diferencias, ya que éste tiene su gotita de leche para darle el punto cremoso, aparte del ron oscuro.
A esta nutrida carta también se añaden tentaciones como el cosmopolitan, el dry martini, el bloody mary -perfecto para trasnochadores- o el san francisco, tabla de salvación de los que no renuncian a la coctelería pero quieren prescindir del alcohol. Aunque no es su extenso bagaje coctelero el que atrae sin cesar a los parroquianos, la mayoría fieles, que encuentran su rinconcito en Elhecho.
De matutina apertura, en horario de cafés y desayunos, Elhecho comienza su andadura a las siete de la mañana para levantar a la ciudad, permitiendo el bullicioso ajetreo de los despertares madrileños. Según el sol empieza a elevarse los vasos y tazas dan paso a otro tipo de clientes, más de vermú y aperitivo, los cuales son el preámbulo del momento cumbre de Elhecho: sus tardes y la sutil tendencia de ellas hacia una madrugada que aquí se disfruta como en pocos lugares.
Cuando el sol acaba acostándose, la música se alza y las barras de Elhecho actúan como improvisada pasarela donde son los cócteles los protagonistas, bien cubiertos en sus espaldas por un equipo muy profesional que además tiene una importante carta de bebidas para saciar a cualquier tipo de públicos. Alrededor de una veintena de ginebras, rones, whiskys y coñacs son el arsenal con el que Lola, Félix y su tropa siguen escribiendo páginas de historia de Madrid con una de las coctelerías de más renombre de la ciudad y por los cuales brindamos para que así lo sigan haciendo.
Por cierto, el hecho luctuoso que da nombre al local, mitad leyenda mitad realidad, es que hace años, cuando aún era una carnicería, el carnicero acabó con la vida de su mujer, lo cual propició el nombre con el que hoy todos conocemos a este singular bar.
Teléfono: 914 29 95 90
Horario: Lunes y martes de 07:00h a 00:00h. Miércoles, jueves y domingo de 07:00h a 02:00h. Viernes y sábado de 07:00h a 03:00h.
Texto: Jaime de las Heras
Fotografías: Magdalena Puigserver